La mujer Virgo 1

Es concisa y práctica, y capaz de detectar pequeños errores que hasta a un contable público se le escaparían. (Salvo que tenga influencias negativas en su carta natal, o que tenga un ascendente impulsivo.)
Si empiezas a salir con una mujer Virgo, pule tus modales y tu gramática. No verá con buenos ojos que uses lenguaje de cuartel o que bebas el agua del aguamanil. No te pongas a masticar apio muy cerca de sus oídos, y en cuanto a comer mazorca, será mejor que te olvides. Dile en todo caso al camarero que te lo desgrane y te lo sirva en el plato. Tampoco pasarás el examen si eres desaliñado en el vestir. Si te has enamorado de Virgo, es mejor que te resignes a afeitarte dos veces al día, y lo mismo te digo para las duchas. Báñate en loción para después de afeitarte, cepíllate bien el traje, ponte una camisa limpia, cuidado con los modales, y hazte limpiar los zapatos antes de empezar a cortejar a una chica de estas. Y una última advertencia, muy valiosa: la próxima vez que llegues tarde, finge que no te has dado cuenta de la hora que es. Entra en su casa con porte colérico y, cuando te pregunte que te pasa, dile que esa tonta y ridícula biblioteca del demonio (no se te ocurra usar palabras mas fuertes que esas) cierra siempre cinco minutos antes del horario estipulado. No importaría si fuera de vez en cuando, pero es que todas las noches te cierran las puertas cuando tú todavía tienes que guardar todas esas publicaciones científicas. Eso le hará olvidar tu retraso.
No la lleves al hipódromo ni la dejes ver cómo pierdes el salario de una semana con esa estupenda yegua en la quinta carrera, por media cabeza. Las historias de color subido, guárdalas para los almuerzos con los amigos, y repítele siempre cuanto te alegra que ella no sea una de esas mujeres tornadizas. ¿Acaso no es cierto? Y tampoco es una lapa. Las mujeres de Virgo no se van a los extremos. Ella puede cuidarse sola, gracias, pero para hacerlo no necesita portarse como un hombre.
No la abrumes con tus encantos físicos ni la abraces como un oso cuando vais en el metro; tampoco precipites el beso de despedida la primera vez que salgáis juntos, ni tal vez la décima… espera el momento justo. En general, procura evitar las escenas sobreactuadas. Muévete con lentitud, con gracia y con gusto, si no quieres terminar en la orquesta por tu torpeza. Y ya que hablamos de teatro, es probable que a ella le encante. Y los desfiles también. La pompa y el ornamento, la emoción dramática, sirven de escape para sus propias emociones, tensamente controladas. Además, como crítica es excelente. El desarrollo de su intelecto y su gusto artístico, combinados, explican la agudeza de su percepción. Si pudieras conseguir que lo entendieran los productores de Broadway, te verías inundado de entradas gratuitas para los estrenos de prueba en los teatros suburbanos. Casi siempre, una mujer Virgo se adelantará a los comentarios de los críticos. Para definirla, discriminación es una de las palabras claves. Le encantan las obras de teatro, los conciertos y los libros, pero critica severamente su contenido, de la misma manera que te criticará la corbata y la forma de peinarte, por no hablar de lo que dices y de lo que haces. Para ella, criticar es tan natural como respirar para ti. Virgo es la eterna perfeccionista, y sin ella andaríamos todos bastante sucios y desaliñados. Pero no se te ocurra criticarla a ella, que eso va contra las reglas. Aquí, la regla de oro decididamente no es válida. Lo que ella te hace, es mejor que tú no se lo hagas. La cristalina claridad de su pensamiento hace que, por dentro, tenga tanta conciencia de sus propias imperfecciones como de las tuyas, y como la evaluación que hace de sí misma es tan frecuente como severa, de ahí que tenga la sensación de que no necesita que tú la ayudes. De ella se puede decir con verdad que es “el peor de sus críticos”.
Lo bueno de enamorarte de una mujer como ella es que se hará cargo de todas tus preocupaciones, y es posible que incluso disfrute con ello. Evitará que caigas en el ridículo sin hacerte sentir disminuido en tu hombría, un arte que bien podrían imitar las mujeres nacidas bajo otros signos solares.
En cuanto a la fidelidad, alguna vez sabrás de una excepcional mujer Virgo que, por sus razones propias e insondables, ha decidido mandar al diablo la virtud, pero por lo común en esos impulsos, que no suelen durar mucho, hay el deseo de demostrarse algo a si misma. Las mujeres Virgo que alguna vez dan unos pasos por la florida senda de la promiscuidad tienen la habilidad suficiente para ocultar el traspié, y de todas maneras ese comportamiento es excepcional. Lo habitual es que, si te ama de veras, puedas dejarla tranquilamente durante un mes en una isla desierta, con el hombre más atractivo que conozcas. ¿Dos meses? Bueno, la mujer Virgo es humana, en definitiva; no es una computadora que camina y habla. Tiene un corazón más cálido de lo que se imagina la gente, y sus emociones pueden volverse tormentosas, aunque no se tome el trabajo de anunciarlo en la cartelera. La naturaleza emocional de Virgo es contenida, pero no inexistente. Recuérdalo, que eso te levantará el ánimo. Aunque sean fastidiosamente meticulosas con las pequeñeces, las jóvenes Virgo también pueden ser las criaturas mas generosas, afectuosas y buenas del mundo. Considera su perfeccionismo como una virtud y no como un vicio. Con toda la precipitación y la impulsividad que imperan en el mundo, ¿que haríamos sin la agudeza visual y mental de Virgo? Aun en los momentos en que te irrite con su actitud crítica, encontrarás en ella algo encantador que es totalmente irresistible. Claro que tú ya lo habías descubierto; si no, no estarías afeitándote dos veces por día ni yendo todas las noches a la biblioteca. La suavidad de sus modales y la dulce claridad de sus ojos han funcionado como debían.

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