Pareja Escorpio con Piscis

Pareja Escorpio con Piscis
La afinidad temperamental que entre dos signos de agua se establece es garantía de entendimiento y de complicidad, sobre todo en las esferas más íntimas y privadas de la relación.

Escorpio y Piscis navegan en el mismo elemento y, en consecuencia, se identifican y atraen con facilidad y, por lo común, suelen establecer un vínculo de mutua dependencia emocional.

Sin duda, en el historial amoroso de todo Escorpio destaca la figura de algún amor pis-ciano, imposible de relegar al baúl de los recuerdos por mucho que el tiempo insista en querer devorar su recuerdo.

En cierto modo, Piscis encama un ideal para Escorpio, por una parte, porque lo percibe abstracto, envolvente y extraviado y eso le atrae y, por otra, porque siente que puede ejercer un papel dominante sobre él, algo que tampoco le desagrada, habida cuenta de que Escorpio necesita ejercer el poder y Piscis personifica el prototipo de la sumisión y de la sensibilidad exquisita.

Por su parte, el pisciano capta el poderío devorador de Escorpio y se siente transformado, no sin razón, cuando se halla en contacto con él.

Es tal el grado de intercambio emocional que entre ellos transita, que no resulta extraño que en poco tiempo derive en una fijación obsesiva y mortificante que los atrapa en un círculo vicioso sin salidas de emergencia.

Con frecuencia, esta relación está marcada por las disputas y las reconciliaciones, los distanciamientos y los reencuentros incendiarios, los accesos de delirio y la indiferencia más sórdida.

«Ni contigo, ni sin ti» parece un bolero inspirado en esta espasmódica pareja, capaz de amarse hasta la muerte y, mientras ésta llega, extraviarse en un recíproco y lenitivo tormento.

Escorpio y Piscis son prisioneros de un amor convulsionador que de forma ambivalente los redime y los tiraniza, permitiéndoles experimentar una sensación de completitud extraordinaria que, como el Guadiana, aparece y desaparece sin que ellos puedan evitarlo.

Por tiempos, su interacción será perfecta y se sentirán profundamente vinculados compartiéndolo todo y, en otros momentos, no se aguantarán lo más mínimo.

Los tiempos muertos, las separaciones parciales y las idas y venidas, seguramente, son el efecto del tipo de amor que alimentan basado, como ya se ha dicho, en la dependencia mutua y absoluta que no les permite concebir la vida sin el otro, pero que, a la vez, les obliga a renunciar a su individualidad y a inmolar sus proyectos vitales, sus metas individuales si no resultan coincidentes con las de su pareja y, sobre todo, con el proyecto común que pretenden establecer.

Ambos aspiran a serlo todo para el otro y, obviamente, exigen idéntica retribución.

Escorpio y Piscis son muy dados a establecer pactos de sangre, contratos blindados con cláusulas leoninas que, tarde o temprano, terminan por volverse en su contra por exigentes y les obligan a separarse puntualmente para poder oxigenarse y volver a la carga.

De hecho, son capaces de lo que sea, con tal de eludir la posibilidad del abandono, eterno desasosiego y recurrente agitación de los signos de agua, los más expuestos a los vaivenes emocionales y los que en mayor medida experimentan las secuelas de los naufragios.

No extraña, por tanto, que cuando el destino los aproxima, ambos encuentren personificadas las respuestas que buscaban e intuyan que su llegada a puerto es inminente y, ciertamente, es verdad que juntos pueden disfrutar de un despejado horizonte y de una quietud anclada y duradera, pero no les conviene olvidar que los signos de agua, como los marinos, para sentirse vivos deben navegar con frecuencia y disfrutar de su soledad, evitando así que la melancolía los devore.

Qué tienen a favor

Les resulta fácil compartir e identificarse con un modelo de convivencia cerrado en el que ambos se sienten cómodos, cercanos y protegidos.

La defensa a ultranza de su intimidad y el hecho de disponer de un espacio amplio y en consonancia a sus aspiraciones constituyen uno de los elementos por los que más lucharán, con la suerte adicional de contar con el apoyo incondicional de sus respectivas familias, que no sólo les protegen, sino que, además, colaboran con ellos en todos los sentidos.

Por lo común, esta pareja suele disponer de dos residencias estables.

El grado de empatía que entre ellos se establece les permite entenderse sin palabras, captando los sentimientos y usando poco más que los gestos.

Ambos saben escuchar y son conscientes de que el lenguaje muchas veces separa lo que se halla unido por otros vínculos mucho más profundos e inaprensibles y que ellos, sin duda, reconocen.

Sus compatibles ritmos y su similar forma de evolucionar en la vida les permiten compartir aficiones y tareas, disfrutando de las mismas. Ambos son noctámbulos y les resulta fácil hacer coincidir sus esquemas vitales.

Sus mecanismos de defensa y de reserva les permiten disfrutar de una base de estabilidad material que progresa en el tiempo, al igual que sus respectivas carreras profesionales que, por lo común, su unión las refuerza y las hace más productivas.

Qué tienen en contra

Ponerse de acuerdo en un proyecto de futuro común constituye uno de los mayores retos porque su percepción del futuro siempre es inquietante y a ambos desasosiega en similar medida.
Como signos de agua, les cuesta dar carpetazo a su pasado para poder así acceder libres de cargas a un proyecto en parte ajeno.

La naturaleza femenina, pasiva y receptiva de ambos crea trabas que limitan la gratificación íntima y les dificultan poder experimentar sus múltiples fantasías eróticas, al carecer del contrapunto masculino y activo.

Escorpio es insistente y Piscis, huidizo y, con frecuencia, suelen atormentarse con sus divergencias que, por momentos, les resultan insostenibles y necesitan vías de escape.

El contexto donde se mueven, las amistades y los grupos con los que se relacionan son factores de riesgo para la tranquilidad y el equilibrio de esta pareja, que con insistencia suele resultar afectada por los problemas ajenos.

En caso de conflicto, suelen recíprocamente provocarse para terminar distanciándose con la vana esperanza de que sea el otro el que claudique.

Con frecuencia, recurren a dar celos para agilizar los reencuentros y muchas veces consiguen así sus propósitos, pero sólo de forma efímera.

Síntesis de la relación de pareja Piscis Escorpio

Piscis y Escorpio son dos signos muy compatibles y que saben recíprocamente abastecer sus necesidades afectivas.

Unidos por un vínculo inalterable e incontrolable, el propio de un amor cómplice y arrebatador, se fascinan con los mismos ojos, comparten el mismo aliento y secundan idénticas esperanzas que los atrapan en un mutuo consuelo, el mismo que los invita a amarse por completo, ya sin alma y sin tiempo.

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