Como reconocer a Tauro 2

Cuando el bullicioso estrépito de la ciudad ejerza sobre él demasiada presión, se irá decididamente con su caña de pescar en busca de un lugar pastoral y tranquilo. Que el mundo se ponga a girar con demasiada rapidez para él y amenace marearlo, y Tauro se irá simplemente a tomarse un descansito hasta que amaine. Si no tiene la escapatoria de la caña de pescar o de la maceta en la ventana, es posible que se dedique a los negocios inmobiliarios y que se ocupe de resolver los problemas de vivienda de otros, lo cual le permitirá de vez en cuando darse una vueltecita por los suburbios. Por remota que sea, siempre tiene una conexión con la tierra, que puede ser andar por los alrededores del hipódromo o dar su paseo de los domingos por un parque, embebiéndose del espectáculo y la fragancia de la naturaleza.
Tauro es sano y de constitución fuerte. No es muy fácil ponerle de espaldas, pero cuando cae en cama es posible que sea lento en recuperarse, debido en parte a su obstinada negativa a obedecer a los médicos. Su inclinación natural a evitar el optimismo tampoco favorece una recuperación rápida. Las zonas susceptibles de infección y de accidentes son la garganta, el cuello, las piernas, tobillos, órganos reproductores, espalda y columna vertebral. Los resfriados le acarrean con frecuencia dolores de garganta, y el exceso de peso producido por el legendario amor taurino de la comida y la bebida, de la comida sobre todo, puede imponer un esfuerzo excesivo al corazón y convertirse en causa de problemas circulatorios, debilidad en los tobillos, venas varicosas y otras dolencias crónicas. Otra posibilidad es la gota, pero sin embargo, si evitan la obesidad, el letargo y las infecciones renales, la mayoría de los nacidos en mayo pueden gozar de mejor salud que el resto de sus semejantes. Digamos las cosas como son: si el Toro bebe en exceso o se vuelve gordo y haragán, perderá su físico espléndido y su robusta salud. Una de las principales causas de sus enfermedades es la falta de ejercicio y de aire puro. Su organismo lo necesita siempre, por más que su voluntad obstinada pueda negárselo.
Y ya que hablamos de obstinación, digamos que de nada sirve decirle a Tauro que es obstinado (u obstinada). Tal como el mismo se ve, el Toro no es nada terco. Es paciente. Cuestión de semántica. Tampoco es cabeza dura, solamente firme y sensato. Ni aunque en ello le fuera la vida podría entender por qué la gente le juzga de manera tan injusta.
La verdad es que Tauro es todo lo obstinado que puede serlo un ser humano sin llegar realmente a convertirse en piedra. Parece que a los Tauros les hubieran encolado no só1o a su asiento sino a sus opiniones. Un marido Tauro se negará a acompañar a su mujer a la casa de una amiga si allí no hay sillas lo bastante cómodas para que él se siente. Inútil que ella se lo ruegue: él no irá. A su vez, la mujer Tauro que no aprueba a los amigotes de su marido, simplemente no les habla. Así y todo, es verdad que los Toros pueden hacer gala, con justicia, de la virtud de la paciencia. Más de uno soporta, durante años y sin quejarse, cargas emocionales y físicas, y cuantos más problemas se le juntan, más fuerzas encuentra Tauro para afrontarlos. Su lealtad y devoción a la familia y a los amigos excede a veces los límites de la comprensión. Son muchos los hombres y mujeres Tauro que se merecen medallas de oro por su valor para soportar golpes del destino que habrían derrumbado sin remedio a los nacidos bajo otros signos. Espléndido. Estoy de acuerdo en que se le dé a Tauro una cinta azul en reconocimiento de su fortaleza. Pero eso no cambia el hecho de que es obstinado.
Muy pocas son las cosas que le quitan el apetito. Por lo común, el Toro puede comer cualquier cosa, desde pimientos fritos a tarta de chocolate con crema batida, pasando por nabos y entremeses, y todo en la misma comida, sin sufrir la menor indigestión. El rosbif y los bistecs suelen ser sus platos favoritos, y le encanta terminar con los restos. Si le sumamos alcohol, Tauro puede parecerse muchísimo al rey Enrique VIII de Inglaterra, regodeándose alegremente en un regio banquete. (Claro que un ascendente Virgo puede hacer que viva de zanahorias crudas y lechuga, acompañadas de zumo de ciruelas.)
Lo que hace cosquillas al sentido del humor de Tauro son las comedias de bofetadas. Son muchos los Toros a quienes se les escapa la sutileza de la sátira, pero se desternillarán de risa cuando alguien se resbale con una cáscara de plátano o reciba un flan en la cara. El humor de Tauro es terrenal y cálido, juguetón en el estilo de Falstaff. Son personas que raras veces o nunca se muestran realmente crueles o vengativas. Cosa extraña, es frecuente que cuando Tauro es cruel, en su carta natal tenga muchos planetas en Aries. No parece que los dos signos combinen bien en el mismo horóscopo, y un buen ejemplo de ello lo constituye Hitler.

Y si pasamos al tema del dinero… es raro que el Toro y su dinero se separen. No todos los Tauro son millonarios, pero tampoco se encontrarán muchos que estén haciendo cola para tomar la sopa boba. A Tauro le gusta levantar imperios lentamente y con seguridad. Empieza con cimientos bien só1idos y poco a poco va agregando un piso cada vez, hasta haber edificado un negocio estable y consolidado una cuenta bancaria a fuerza de músculos. Lo extraño es que a Tauro le gusta acumular poder, lo mismo que efectivo, pero por el mero placer sensual de poseerlo, ya que frecuentemente delega la acción en sus subordinados. Parece que só1o con saber que el poder está ahí, junto con el dinero, la necesidad de seguridad de Tauro queda satisfecha. ¿Por qué ha de tomarse el trabajo de ser él quien maneje todos los hilos? Si para hacer eso están los Cáncer y los Capricornio, mientras el Toro descabeza un sueñecito, aspira la fragancia de una flor o mira pasar las chicas.

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