Sagitario hará enormes esfuerzos para entrar en movimiento. Suele ser precoz en gatear y está decidido a ponerse en pie lo antes posible. Cuando comience a desplazarse por sus propios medios, la vida se convertirá en una aventura excitante para este activó explorador. Pero vigílelo de cerca: pronto estará manoseando el televisor, tratando de encender el vídeo, volcándose encima los libros o, lo que es peor, intentando apoderarse del cazo o investigando para qué sirven los fósforos. Trate de que la casa sea un lugar seguro para él, de modo que pueda explorarla sin peligro. El exceso de advertencias y reprimendas deprimirá a este pequeño pionero.
En la etapa en que se dedica a hacer sus primeros pinitos, Sagitario es un auténtico animador que adora verla sonreír mientras él da vueltas y vueltas corriendo, surge repentinamente de detrás del sofá o trata de hacer el pino. Suele ser fácil de llevar, excepto cuando se aburre. Calme su inquietud sacándolo a pasear tanto como sea posible, pues su hijo adora todo lo nuevo. Al mismo tiempo, un hogar seguro es esencial para Sagitario. Rodeado por una familia amante se convertirá en un niño feliz y responsable, el favorito de todo el mundo; pero permítale tomarse su tiempo para conocer a la gente: a su hijo le gusta ser presentado formalmente antes de relajarse y jugar.
Sagitario aprende todo lo que le enseñan a una velocidad sorprendente y es probable que dé señales de querer conocer las letras cuando apenas sepa hablar. Adora los libros de pintura y las cintas de vídeo infantiles; pero asegúrese de que también sirvan para aprender. Sagitario tiene una enorme sed de conocimiento, así que no le haga perder tiempo.
También procure hablarle todo lo que pueda, pues el niño Sagitario tiene tantas cosas en la cabeza y hay tantos rincones para explorar, que necesitará estímulo para conversar más asiduamente; aunque cuando empiece a hablar correctamente le resultará imposible detenerlo. Y por supuesto, hará preguntas, preguntas y más preguntas todo el tiempo, porque intentará afanosamente darle sentido a todas las cosas de la vida.
A la hora de quitarle los pañales surgirán complicaciones: Sagitario piensa que todo es un juego y está demasiado ocupado para tomarse nada demasiado en serio. Pero cuando se canse de los pañales comenzará a comprender la importancia del orinal. No lo empuje, él se entrenará a su debido tiempo.
Cuando haya aprendido a andar le encantará dar botes sobre la cama, salpicar el lavabo y zambullirse en Una bañera repleta de juguetes. Ve su casa como un gigantesco campo de juego, lleno de cosas para divertirse. Y siempre estará dispuesto a compartir los juguetes con sus amigos. No siente el afán de posesión y tratará de que todos pasen un buen rato.
Sagitario detesta que le digan lo que debe hacer, y la disciplina excesivamente rígida será fácil que lo harte. Lo que necesita su hijo es una firme orientación, con cierto toque de buen humor, para mantenerse feliz y brillante. A medida que vaya creciendo, Sagitario aprenderá a empecinarse y a insistir en salirse con la suya. Ciertamente, tiene un acentuado lado dogmático en su carácter y no soportará nada que considere injusto.
También odia que lo obliguen a hacer cosas para las que no se siente preparado. Anime a su pequeño individualista a que le diga qué piensa que puede hacer y qué no, después ayúdelo a sentirse bien consigo mismo y asegúrele que es correcto pedir ayuda de vez en cuando.
Sagitario posee una imaginación activa y adora los cuentos mágicos: sirenas, dragones, osos parlantes, el ratón Mickey, todos ellos depositarán a Sagitario en un mundo de fantasía y trazarán en su rostro una sonrisa de deleite. Pero asegúrese de que no crea que todas esas historias son reales, pues el niño Sagitario podría confundirse y poblar su mundo con toda clase de extrañas criaturas. Pero no se preocupe demasiado; crecerá y saldrá de eso. O casi saldrá, porque incluso el Sagitario adulto conserva un importante filón infantil e imaginativo; peculiaridad que forma parte del enorme encanto de este signo.
Volver a Sagitario
