Existen grandes diferencias entre los dos, pero se llevarán muy bien si lo intentan. Ambos tienen buen corazón, pero no opinan lo mismo acerca de la casa y los valores tradicionales. El hogar es el centro del mundo para el imperturbable y vetusto Tauro; para Sagitario, en cambio, es sólo un lugar donde colgar las botas entre una y otra aventura. Papá se enojará mucho cuando Sagitario arrastre un trenecito por todo el piso, descomponiendo la atmósfera habitualmente cómoda y ordenada del hogar.
A Tauro le gusta que sus hijos se porten bien y agradezcan el amor y el cuidado que les brinda; pero Sagitario no sentirá la menor gratitud si papá le niega la acción y la diversión que tanto anhela. En realidad, el preocupado Tauro puede perder la paciencia y ejercer un control excesivamente estricto sobre su vital y díscolo descendiente. Sería mejor que apelara al sentido lógico de su hijo Sagitario, que no es deliberadamente perverso y suele atender a razones.
Sagitario saldrá enormemente beneficiado con la base estable provista por papá, y el sentido común paterno ayudará a Sagitario a distinguir los proyectos factibles de los imposibles. Pero el precoz Sagitario sabe que su papá jamás compartirá su entusiasmo por las ideas nuevas y brillantes. Tauro está persuadido de que los antiguos valores son los mejores, y tiene a su hijo por una especie de revolucionario.
El lento Tauro probablemente no podrá seguirle la pista a la vivaz mente de su hijo, pero lo respaldará para hallar un rumbo viable y comprometerse hasta el final en sus acciones, que es justo lo que Sagitario necesita. Pero papá Tauro deberá cuidarse de no oscurecer la creatividad y espontaneidad de Sagitario, y de no encerrarlo entre cuatro paredes.
El amable Tauro comprende a los niños y cuando capte la naturaleza amante de la libertad de su hijo es probable que afloje las riendas. Responderá cálidamente a la veracidad e integridad de su hijo, y a su deseo de ayudar a otros. Al final, el padre Tauro se decidirá a pedirle a su hijo que trabaje con él, porque éste es un equipo que, a pesar de sus diferencias, está destinado a ganar.
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