Mamá Libra sólo quiere lo mejor para su hijo Sagitario, y eso significa montones de ropa nueva, una habitación encantadora y más juguetes de los que podría usar. También lo llevará a cualquier lugar que él quiera ir para mejorar su educación.
Pero se corre el evidente peligro de que, si va con cuidado, lo eche a perder, aunque el honrado Sagitario jamás se aprovechará de la naturaleza cariñosa de mamá como podrían hacerlo otros signos. Pero a veces la encontrará demasiado dulzona y sin la energía positiva que él siente en su interior, aunque valorará sus sabios consejos.
A Libra nunca le faltan ideas brillantes para entretener a Sagitario. La única queja de éste es que de vez en cuando su madre es un poquito gruñona. Pero le dará mucha libertad y no lo atará a las tiras de su delantal. A Libra le disgustan las discusiones y esquivará las peleas distrayendo la atención de Sagitario.
El niño Sagitario corre más riesgos de los que a su mamá Libra le gustaría, es confiado y abierto, está lleno de vida y no lo ensombrecen las preocupaciones, todo lo cual deleita a su prudente mamá. Sagitario admira a su madre porque siempre es afable y atenta con los demás. Pero la perezosa Libra deberá tomarse un descanso para estar a tono con su activo Sagitario, que adora estar en constante movimiento.
Sagitario siempre parece estar cambiando de opinión a medida que una idea nueva, más grande y mejor que la última, invade su mente. Este rasgo se equilibra con la necesidad de Libra de sopesar cada cosa y con su lentitud para tomar decisiones. Ella comprende que Sagitario a veces necesitará una orientación más firme que la que ella puede brindarle, para dejar de ser aprendiz de todos los oficios y maestro de ninguno. Aunque probablemente sin darse cuenta, lo orientará en la dirección correcta dándole lugar para encontrarse a sí mismo y libertad para respirar.
Sagitario compartirá rápidamente el amor de Libra por el arte, la belleza, el buen gusto y la cultura. Si su hijo tiene talento artístico, Libra sin duda lo ayudará a expresarlo. También le hará poner los pies sobre el suelo, aunque nunca lo descorazonará.
Los dos pasarán largo rato manteniendo conversaciones maravillosas; a Libra le encanta escuchar a su hijo Sagitario ejercitando su imaginación creativa, y éste volverá corriendo a casa para relatarle lo que ha hecho durante el día y habrá muchas risas mientras se lo cuenta.
La paciente mamá Libra puede incluso lograr que ciertos rasgos inusuales de buen comportamiento se den en su habitualmente indómito hijo. Cada uno de ellos siempre sacará lo mejor del otro.
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