El empleado Libra

Hubo una vez un diseñador Libra a quien llevaron a la costa oeste para que se encargara del vestuario de una importante película, y se pasó seis semanas enteras en su apartamento de un elegante hotel de Beverly Hills, sin dibujar una línea siquiera. No era que le faltaran ideas: le sobraban. Era la alfombra… esa horrible alfombra chillona, de color azul pavo real, que le producía pesadillas y jaquecas. Ni siquiera podía pensar, no hablemos de crear, y no quería cambiar de apartamento porque le gustaba la vista de las palmeras.
El filme estuvo detenido casi dos meses, hasta que por fin el productor descubrió el problema. Tan pronto como cobró conciencia de las dificultades estéticas de Libra, la alfombra agresiva fue reemplazada por una moqueta nueva de pared a pared, en un delicado y aceptable rosa pastel. Si se pregunta usted como pudo el productor ser tan comprensivo, le diré que era Géminis. Si el problema del diseñador era razonable o no, no era cosa que le preocupara. Géminis quería simplemente que el trabajo se pusiera en marcha lo antes posible, y eligió el camino más rápido. Para tratar con el delicado temperamento de Venus, los jefes Acuario y Géminis son fabulosos. Hay una empatía intangible entre los signos de aire. Todos ellos parecen flotar en una especie de nube, aunque a diferentes alturas.
No quiero que se haga usted la idea de que si tiene un empleado Libra, debe salir corriendo a comprar una alfombra. No todos los nacidos a fines de septiembre o en octubre son artistas irreemplazables, ni tienen los nervios tan delicados, pero hasta el empleado medio de este signo trabajará más a gusto si a su alrededor no hay nada que le moleste.
También será más eficiente si se lleva bien con la gente a la que tiene que ver todos los días. Una atmósfera áspera, sórdida e inarmónica puede deprimirle, pero si no congenia con sus colaboradores andará literalmente arrastrándose. Percibe tan bien la vibración de las personalidades como la de los colores, especialmente cuando los tiene cerca. Si últimamente su empleado Libra le parece extraño o confundido, o si le entrega trabajos poco esmerados que no están a la altura de su capacidad habitual, no es necesariamente por descuido. Tal vez le tenga alergia a quien se ocupa del correo o a la mujer de la limpieza. (Espero que no sea a su propia secretaria, porque ese escozor constante le resultaría insoportable.) Hasta podría ser el secante que tiene sobre el escritorio. Déle uno nuevo y limpito, celeste preferiblemente, cambie el horario de la mujer de la limpieza y procure que el chico del correo no tenga trato directo con el. ¿Ve cómo su trabajo mejora inmediatamente? Estaba desajustado, nada más.
Cuando la balanza de Libra se altera, puede suceder cualquier cosa. Varón o mujer, puede mostrarse gruñón y ocioso, y sumirse sin excusa alguna en un hosco silencio. Es claro que semejante alteración de la dulzura y la calma habituales le inquietará un poco a usted también. ¿Cómo es posible que alguien que tiene un hoyuelo tan atractivo en el mentón sea tan desagradable? Es fácil. ¿Le gustaría a usted que le desequilibraran la balanza? La sensación no es agradable; es como estar en un bote que da bandazos de babor a estribor cuando hay mar gruesa. Sin duda, en su casa habrá pasado algo que le perturbó. Sea cual fuere la causa, no vale la pena que se angustie usted cuando el equilibrio de Libra se altera. Son gente que rápidamente logra volver a la armonía, y cuando esto se haya producido, la paz y la tranquilidad volverán a reinar en sus oficinas; el trabajo de su empleado Libra será tan eficaz como siempre y usted volverá a derretirse en la forma habitual al calor de esa incomparable sonrisa de Venus.
Si su empresa está afiliada a algún sindicato, lo más probable es que su empleado Libra se constituya en defensor de la igualdad de derechos y de los salarios justos. En realidad, son muchos los de este signo que dedican su vida a la labor sindical. Para Libra, lo más importante es la armonía, y su ideal es la perfecta justicia. Los sindicatos le ofrecen una oportunidad demasiado buena para desperdiciarla, de ejercitar su natural talento para resolver disputas.
Si no hay un sindicato donde pueda darle cauce, será probablemente el hombre bueno en todas las rencillas de la oficina. Al nativo típico de este signo le encanta despejar el aire de desacuerdos. Defiende a ambos oponentes con total imparcialidad, consigue que cada uno vea el punto de vista del otro y por ultimo corona su acción haciendo que todo el mundo se estreche la mano. Lo que tal vez le confunda a usted por completo es que también puede ser el quien promueva acaloradas discusiones, pero recuerde que para Libra esos debates son sanos. Nada le gusta más que hacer ver los pros a quienes están en contra, y viceversa. A sus ojos, eso no es pelear. Una discusión inteligente y bien llevada es más entretenida que ir al cine. Por lo general, en su entusiasmo ni se da cuenta de que está creando tensiones cuando detalla con brillante lógica sus argumentos y deja al descubierto la debilidad de los supuestos ajenos. Pero cuando su juego de sacar chispas mentales llega al punto en que los ánimos están evidentemente caldeados, se queda consternado. Entonces, si es un venusino típico, derramará rápidamente su bálsamo sobre las heridas abiertas, y con el sol de su sonrisa sacará a todo el mundo de las sombras del mal humor. Francamente, cuando se comporta así a veces dan ganas de matarle.

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