Papá Aries quiere que su hijo sea eficaz y exitoso, como él mismo, y en Leo tiene un hijo que puede cumplir con muchas de sus expectativas. Leo es extravertido y duro, y quiere ser el primero de la clase y el centro de atención en todos lados. Acaso será algo menos aventurero que papá, pero tiene ese espíritu de los signos de fuego, y papá lo ama aún más por eso.
Ambos viven absolutamente al día y adoran las ideas nuevas pues creen que la vida está para ser disfrutada, no lamentada o desperdiciada. Este deportista padre estará encantado de tener un hijo Leo con quien jugar al fútbol y correr por el parque, aunque Leo no será tan astuto como papá, y tendrá un amor más fuerte por las comodidades del hogar y menos necesidad de estar siempre en marcha.
Leo tiene una visión expansiva del mundo y está asombrado por tener un padre que la comparte. Los dos están decididos a divertirse, y nadie va a detenerlos. Papá planea viajes maravillosos, y destina parte del tiempo de su atestada agenda social y laboral para llevar a Leo a pasar un día en el zoológico, un paseo en bote o una visita a la reserva de animales. Con papá, el día se convierte en una verdadera aventura, que enriquecerá los nutridos recuerdos vitales de la infancia de Leo.
Papa es más veloz como pensador y conversador, y le lleva la delantera a su hijo ligeramente más concienzudo. Pero Leo siempre insiste en ser escuchado, y ambos se sienten muy molestos si alguien se interpone mientras ellos conducen el espectáculo. Entre los dos tienen el impulso y la energía necesarios para lograr todo lo que desean. Pueden trabajar bien en equipo mientras no se presente nadie que trate de aplacar su excitación, y siempre y cuando no comiencen a competir entre sí y a insistir en hacer lo que a cada uno se le antoje en lugar de cooperar. Pero siempre necesitarán de alguien más que se ocupe de los aspectos menores: los dos piensan a lo grande y con frecuencia no son capaces de advertir los importantes detalles de una cuestión.
El padre Aries aprenderá de Leo que puede ser agradable dar calidez y ayuda a los demás, en vez de pensar siempre en sí mismo, y que la vida no tiene por qué ser sólo una puja por alcanzar la cima. El cálido Leo le mostrará cómo detenerse y pensar en las necesidades ajenas.
Aries puede tender a ser un padre ausente, demasiado ocupado para ocuparse de sus hijos adecuadamente; pero con Leo hay tantas posibilidades de diversión que papá no querrá perderse más minutos de crianza de los estrictamente necesarios.
