Como reconocer a Géminis 2

¿Sabes qué? Pues cambió de opinión. Realmente, ya no da más. Ha decidido dar el día por terminado, meterse en la cama y dejar todo lo demás para mañana por la noche. A ti te da lo mismo, ¿no es cierto? Llegados a ese punto, sólo un Géminis es capaz de evitar un directo a la mandíbula, y él lo evita. Tú le perdonas, y lo mas ridículo de todo es que te encuentras con él a la noche siguiente, como si fuera lo mas 1ógico del mundo. Eres tú el único culpable por sucumbir al irresistible fervor vendedor de Géminis. Si a la noche siguiente te vuelve a dejar en la estacada, pues ya te lo debías haber visto venir. Te lo tienes merecido por dejar que te engatuse.
En todos los nacidos en junio hay una necesidad profundamente arraigada de disfrazar sus verdaderos motivos. Como los Piscis, sienten la compulsión de conducirse de manera exactamente opuesta a sus verdaderos deseos. Pero esta pasmosa versatilidad de Géminis, unida a su facilidad de palabra, hace de ellos estupendos políticos, por no decir que son expertos en el campo de las relaciones humanas. Géminis sabe cómo apartar a cualquiera de sus más firmes convicciones. Con su karate mental, puede convertirle a uno en un nudo como esos bizcochos que llaman pretzel, conseguir que la víctima esté de acuerdo con él y que, además, esté encantada con lo que le hacen. Y si se presenta alguna complicación, Géminis sabe instintivamente cuales son los puntos débiles de cada cual y es capaz de valerse de la rapidez de su mente y de su lengua despiadada para aprovecharse de ellos.
Pasa algo raro con Géminis y el arte de escribir. Géminis es el signo solar que rige esta actividad y, por ende, prácticamente todos los nacidos bajo la influencia de Mercurio son capaces de decir una frase ingeniosa y de hilvanar con inteligencia las palabras. Los Géminis que escriben, ya sea discursos, anuncios, obras de teatro o libros, se cuentan por momentos. Pero los libros serán novelas, libros de texto, ensayos o biografías. Es muy raro encontrar a Géminis escribiendo la historia de su vida. Y rarísimo tropezar con uno a quien le guste escribir cartas personales. Al nativo típico le molesta en gran manera contestar correspondencia, y puede demorarse semanas enteras.
Es posible que al principio parezca contradictorio, pero la cuestión se aclara cuando uno recuerda la renuencia de los mercurianos a verse encasillados en una opinión. No se deciden a poner sus pensamientos sobre el papel porque instintivamente saben que es posible que su opinión de hoy no sea la de mañana, y no quieren comprometerse por escrito. No son muchos los Gemelos que necesitan que su abogado les advierta: “Dígalo, pero no lo escriba”. Ellos ya nacieron con ese mecanismo de defensa. Es sorprendente el número de escritores Géminis que prefieren usar seudónimo, e incluso un Géminis del montón terminará por encontrar alguna razón para adoptar un alias, ya sea un cambio completo, alguna modificación en el nombre, o por lo menos un mote. La regla es tan constante que se puede apostar con todos los Géminis que uno conozca seguro de que ha de ganar.
Casi todos los Géminis entienden o leen más de una lengua, y la favorita es el francés. De una manera o de otra, Géminis triunfará con las palabras. Afiló sus dientes mordiendo un diccionario enciclopédico. Es capaz de venderle cubos de hielo a un esquimal, o sueños a un pesimista. Y si llegas a atraparlo en algún fallo, lector, el mercuriano es capaz de cambiar con tal rapidez de tema, y es tan diestro para apartar de sí los reflectores, que el que terminará puesto de espaldas sobre la alfombra serás tú y no él. A veces, la tendencia de Géminis a embaucar a la gente puede llevarle a la deshonestidad y a actividades criminales, pero no con tanta frecuencia como te lo habrán hecho creer. Aunque sus talentos puedan arrastrar a algún que otro mercuriano a vivir en una telaraña de mentiras y engaños, la mayor parte de ellos son demasiado idealistas para llevar una vida de ese tipo. Así y todo, hay que admitir que Mercurio los hace especialmente dotados para el éxito en este campo, y que si les da por ahí pueden ser brillantes artistas de la estafa. Con su destreza manual, si deciden vaciar un bolsillo, falsificar un cheque o imprimir un billete de diez dó1ares, por lo menos lo hacen con sumo cuidado y es raro que los atrapen.
Si te encuentras con un locuaz vendedor de coches usados que nació en junio, y que te asegura que el Studebaker azul no tuvo mas que un solo propietario –una ancianita que solamente lo usaba para ir a la iglesia los domingos por la mañana– lo prudente será que preguntes por el nombre de la iglesia y vayas a hablar con la ancianita (a menos que ella también sea Géminis). Pero, dejando de lado la broma, salvo que las influencias y posiciones planetarias de la carta natal sean marcadas, la mayoría de los Géminis son honrados, y algunos de ellos hasta la exageración. Aparentemente, se van de un extremo al otro.
Sin embargo, todos, desde el ladronzuelo al estafador y al ciudadano impecable, serán incapaces de resistirse a darle una ligera mano de barniz a un relato, de vez en cuando. Claro que eso no es mentir; simplemente es imaginación.

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