El jefe Escorpio 1

También es eso lo que significa éxito y prestigio para el ejecutivo Escorpio. Si le gustas, trabajará sin límite para ayudarte, ascenderte o llevar a su culminación tus sueños y esperanzas, junto con los de él. Si no le gustas, no vale la pena que sigas leyendo. Para empezar, jamás te contratará y, si contratarte dependía de algún otro, no durarás mucho en tu puesto. Es raro que los ejecutivos Escorpio simpaticen con los que no son del equipo o se compadezcan de ellos. Su primera preocupación será el equipo (que es tanto como decir sus metas personales); Los individuos vendrán después. Bien me doy cuenta de que los lectores que trabajan con un jefe Escorpio se disponen a salir en su defensa. ¿Cómo puede nadie acusarle de nada, si él es la perfección y la pureza? La mayoría de las personas que están próximas a un Plutoniano tienen esa actitud y, si tú no la tienes, es probable que no estés más que trabajando de suplente.

Son hombres que saben como atraerse gentes que les serán totalmente leales. Por lo general, Escorpio está rodeado de fieles amigos, en tanto que sus enemigos se mantienen a distancia segura (segura para ellos, claro). Es como si el Escorpión trazara un círculo y los elegidos quedaran dentro. A los demás se les aleja mediante alguna forma de magia negra que les impide acercarse donde puedan ser molestos (molestos para el, seguro). Para sus enemigos es difícil alcanzarle, si no imposible. Una vez que esos ojos magnéticos han decidido que tal o cual persona no cumple con los requisitos, no importa que sea hombre o mujer: debe desaparecer. Es una persona que simplemente no existe para Escorpio. Para él, tú no estás, ni te ve ni te oye. Su radar le dirá si te acercas demasiado como para resultar peligroso. Uno tiene una gran sensación de vacío ante eso de que le miren como si no estuviera. Ser un fantasma puede resultar incómodo, de modo que después de un tiempo el indeseable tomará nuevamente cuerpo donde la gente pueda verle y oírle… donde él pueda volver a existir como un ser humano de carne y hueso.

No te quedes con la impresión de que, para cumplir sus milagros, el jefe Escorpio tiene que parecerse a Drácula y que por las narices han de salirle mortíferos vapores. La práctica de sus misterios no le exige que se envuelva en una capa negra ni que hable en tono sepulcral. Si estás a punto de embarcarte en la aventura de trabajar con un ejecutivo Escorpio, la primera vez que le veas vas a pensar que toda la historia del poder es muy exagerada.

Físicamente, es posible que no sea nada imponente, y que tenga una de esas sonrisas que se ven en los escaparates. Cuando esa sonrisa se encienda, tú te derretirás y pensaras que los astrólogos son unos despistados. Te parecerá tan peligroso como una lavandera irlandesa cantando una canción de cuna. Pero cuando te inmovilice con su penetrante mirada azul o castaña, espero que tengas cerca una silla para poder desplomarte sobre ella. En ese momento ya estarás totalmente hipnotizado por su encanto magnético. Hasta es posible que te sorprendas oscilando con un movimiento casi imperceptible hacia delante y hacia atrás, en espera de sus instrucciones. Ahora, quien controla tus emociones es él, y llegado a ese punto nadie puede ayudarte. Es demasiado tarde. Guardarás una lealtad ciega a tu nuevo y maravilloso patrono, tan bondadoso, gentil, talentoso y brillante, y cualquiera que pueda considerarle peligroso te parecerá un pobre infeliz, celoso y vengativo. Si es el jefe más dulce que nadie pueda desear.

¿Dulce? Si es necesario, utiliza adjetivos, pero, ¿dulce? Maravilloso, si. Bondadoso, si. Talentoso y brillante… de acuerdo. Gentil y protector, si, claro. ¿Amoroso? Santo cielo, si; mil veces si… pero, ¿dulce? Decididamente no. Me gustaría decir a quienes ya están trabajando con personas Escorpio, y a ti que estás a punto de hacerlo, que uno de mis amigos mas íntimos es un compositor de este signo, de un talento enorme, y que yo he pasado la prueba del círculo mágico. Además hay un minúsculo Escorpio que vive en mi casa (observarás como todavía mantengo el control: no dije que yo viviera en casa de él) y con quien estoy bastante vinculada, de modo que no me cuento entre los enemigos de tu jefe Escorpio; tranquilízate. Pero, gracias a la astrología, me es posible comprenderle un poco mejor que tú. Por ejemplo, apuesto a que piensas que, en una crisis, el se limitaría a quedarse ahí tranquilamente, con el mismo aire sereno y desapegado que adopta todos los días desde que sale de la cama. Pues no; sufriría una transformación completa.

Sigue leyendo >>>