La mujer Capricornio 2

En realidad, ella es la verdadera romántica, con más imaginación que la de las cabezas de chorlito cuyas fantasías nada tienen que ver con la realidad. En el alma de las muchachas de enero esta siempre presente la poesía, aunque ellas no simpaticen demasiado con los poetas que se mueren de hambre en alguna buhardilla. Ocúpate de la comida y del alquiler antes de correr en pos del sueno, es el lema de Capricornio. Y además, sea el que fuere, asegúrate de que es un sueño que vale la pena conseguir. La Cabra no encuentra nada encantador ni fascinante en el fracaso.
Tal vez tengas que compartir tu esposa Capricornio con alguna causa. Será incansable en su defensa de los pobres y los desvalidos, pero es posible que prefiera concretar su caridad a través de esfuerzos de grupo, más bien que individuales. Las simpatías saturninas son habitualmente organizadas, rara vez dispersas. En los clubes femeninos, las nativas de este signo son líderes naturales.
Será probable que infunda a sus hijos su hábito de economía y su respeto de la calidad. Les enseñará que algo “se come, se usa, se lo hace servir o se arregla uno sin ello”. No por eso dejará de servirles los mejores trozos de carne ni de comprarles la mejor marca de zapatos. Para ella, económico no significa necesariamente barato. Exigirá que los niños sean educados con la familia y los mayores, y es probable que les enseñe excelentes modales. No les consentirá ni les permitirá caprichos o desobediencias. Si le das un libro sobre psicología infantil, es posible que lo use para dar unos azotes a un vástago rebelde y lo deje para leerlo mas tarde. Aunque no le gustan los besos pegajosos, pocas madres son mas delicadas que la Cabra; sus hijos contarán siempre con un oído atento.
Tal vez sea un poco estricta y no se compadezca demasiado de sus dolores de crecimiento, pero cuando le cuenten sus logros se convertirá en una oyente fascinada. El chico que vuelve de la escuela corriendo y grita: “¡Adivina lo que aprendí hoy!” contará siempre con la atención de la madre Capricornio, nunca demasiado ocupada para interesarse por sus hijos. Cuando estos lleguen a la adolescencia puede haber algunas dificultades de comunicación, cuando el conservadurismo saturnino choque con el liberalismo juvenil; es el momento en que la Cabra puede necesitar ayuda para comprender el entusiasmo de los sueños adolescentes. Por dura experiencia, aprenderá que no puede restringir sus amistades, haciendo que se limiten a las que ella considera “aceptables”, pero tiene la inteligencia suficiente para adaptarse y no usar los cuernos, si la situación llega a tal punto que ella pueda salir perdiendo más de lo que gane.
Como muchas mujeres de este signo son de cutis sensible, no usan demasiado maquillaje, y hasta muchas de ellas son alérgicas a esos productos. Pero la naturaleza les dotó de una belleza natural que no necesita demasiados artificios, y que perdura mucho. Algunas mantienen una tez sorprendentemente fresca, rasgos firmes y los ojos brillantes hasta los ochenta años y más.
Ten paciencia cuando se trate de ayudar a tu esposa Capricornio a superar su falta de confianza personal.
El hecho de que los delirios no la atraigan no significa que carezca de imaginación. Pon a prueba algunos de sus sueños prácticos, y te sorprenderá ver que bien funcionan. Aunque la terquedad sea uno de sus defectos, no es quejosa ni insistente. Sin dejar de ser tierna y delicada, te empujara hacia el éxito y, a pesar de su actitud modesta y hasta dócil, sabrá como hacerte girar en torno de su dedo meñique. En su amor hay una riqueza profunda y más perdurable que el amor quebradizo, quemante y exigente de otras mujeres. ¿Y quien dijo que no creía en los cuentos de hadas? Solo la prudente doncella Capricornio podría mirar al fondo de los ojos de un sapo desmañado y torpe, y ver que en realidad es un príncipe disfrazado. Y no solo eso: si te casas con ella, jamás te encontrarás sin calcetines limpios.

Capricornio