El niño Capricornio 1

Para los maestros, es generalmente grato enseñar a los niños Capricornio, aunque pueden perder la paciencia con sus métodos de aprendizaje, lentos y obstinados. Pese a ello, el maestro no tendrá que quejarse de ensoñaciones frívolas ni de que el Cabrito descuide sus estudios. Generalmente son niños muy estudiosos, una vez que han captado lo fundamental. No son rápidos ni demasiado brillantes para aprender, pero si detallistas y cuidadosos. La concentración saturnina no es de despreciar; obtiene premios y alcanza las notas más altas.
Cuando tu pequeña Cabra traiga a casa un informe escolar donde se le reconozca que es obediente, estudioso y responsable, pero especificando además que “se resiste a participar en las discusiones de la clase”, “se niega a recitar”, “es tímido, falto de confianza en sí mismo y le cuesta establecer relaciones con los demás niños”, empezarás a pensar si no tienes en tu casa un introvertido ratón de biblioteca, una criatura irremediablemente antisocial. Después, un día, tu pequeño Capricornio comentará como quien no quiere la cosa que quiere ir temprano a la escuela para pasar lista. “¿Y por que tienes tú que pasar lista?”, le preguntas. La respuesta te dejará atónita. “Oh, es que soy presidente de la clase”. Cuando tú quieras saber por que no os había dicho nada, replicará con descuidada modestia: “Vaya, no es una cosa tan importante”. Sin embargo, estará ruborizado y satisfecho: será el estilo de comportamiento de su vida adulta. Aparentemente más lento que los demás, supuestamente poco apto para relacionarse pero en última instancia ganador, terminará silenciosa e inevitablemente en posiciones de liderazgo, tan pronto como los extrovertidos se den cuenta de que la persona en quien pueden confiar es él. Es posible que a Capricornio le dejen como custodio de tesoros y conservador de los registros, mientras los gregarios se reúnen a jugar y a soñar, pero él no se sentirá marginado: lo que él busca es el respeto y la autoridad.
Alguna vez un niño Capricornio se convertirá en frío dictador ante amigos o hermanos más débiles que él, mostrando una voluntad terca que puede llegar a convertirse en infantil crueldad, pero mucho mas frecuente será que los niños de este signo se sometan ante los signos solares mas dominantes. Entonces se puede plantear el problema de que los hermanos o hermanas se muestren mandones con el Cabrito, y tú temerás que le traten injustamente. No te preocupes, que puede cuidarse solo. Conozco una niñita de este signo que se muestra totalmente sumisa ante su hermana Sagitario, mayor y más agresiva. Con la paciencia de su signo de tierra sigue las órdenes de la personalidad más fogosa, sin contestar ni discutir jamás. Pero después de un día en que se le ha ido la mano, suele pasar que la hermana mayor se encuentra con que le “faltan” los zapatos, el cepillo para el pelo o su suéter favorito. Las cosas siempre terminan por aparecer, sin que nadie en la familia tenga jamás la mas remota idea de como se “perdieron”, pero durante unas semanas la hermana mayor se muestra mas considerada. Nunca hay que subestimar el poder de autodefensa de Capricornio; de alguna manera, las desventajas se nivelan.
Rodeados de miembros del sexo opuesto, los Cabritos se mostraran vergonzosos, pero profundamente interesados. Oirás observaciones del tipo de: “Los niños son torpes y tontos” o “Las niñas son unas entupidas”, pero no por eso dejarán de buscarse y de enviarse notas furtivas y misteriosas. En la adolescencia, los romances pueden ser dolorosos, y cuando empiecen a salir con chicos del sexo opuesto, los niños de este signo necesitarán aliento y mucha comprensión.
Es una bendición ser padres de un niñito de enero. Con muy pocas excepciones, son un regalo de los dioses. A menos que se le presione demasiado, y en ese caso puede decir algo brutalmente cruel e increíblemente doloroso, el pequeño Capricornio será tan dulce como los pastelillos azucarados que rechaza. Si andáis escasos con el dinero del alquiler, siempre podéis tomar prestados unos billetes del bien provisto banco de su alcancía. Será cortés con los mayores y hará las cosas casi sin que se las pidan, salvo algún ocasional ataque de testarudez. Organizará sus tareas y se tomará en serio el futuro, aunque tal vez su madre tenga que insistir en que se lave detrás de las orejas. Su adhesión al hogar y a la familia será intensa y sincera; rara vez estará ahí mismo, a tu lado, disfrutando de cada minuto. Tiene sus propios sueños, sólidos y prácticos. No te preocupes si desdeña a la Bella Durmiente y a Ricitos de Oro. Cuando vosotros, envejecidos y canosos, os sintáis perdidos y olvidados por una desaprensiva generación de jóvenes, vuestro hijo o hija Capricornio respetará sinceramente vuestra sabiduría. Con todo entusiasmo os invitará a que vayáis a vivir con él. Todo será como si vuestro hijo Capricornio dijera –y esta vez en serio–, “bueno, ahora yo seré la mamá (o el papá), y tú el bebé. Tu me cuidaste con amor, y ahora yo cuidaré de ti”. Y esta vez no será ficción, pero Hans Christian Andersen no escribió jamás un final más feliz.

Capricornio