Si les dieran una pequeña oportunidad, estas dos se quedarían en casa todo el día. Ambas aman su hogar más que cualquier otra cosa en el mundo. La joven Cáncer trotará felizmente detrás de su mamá mientras ella realiza las tareas domésticas, y estará ansiosa por ayudar una vez que haya alcanzado la edad suficiente. Mamá Cáncer se alegrará de que su casera hija le eche una mano en todo. Está muy satisfecha de esta relación, que querría eterna, pues sabe que otros hijos menos considerados abusarían de ella.
La niña Cáncer se siente dichosa porque su mamá es protectora, amable, afectuosa y cálida. Ella le brinda el amor y el respaldo que tanto necesita. Pero con frecuencia las dos caen en un estado taciturno y habrá días en que ambas se sentirán deprimidas y ninguna tendrá energía suficiente para alegrar a la otra. La madre Cáncer tendrá que vigilar las señales de aviso, olvidar sus propios cuidados y aliviar las angustias de su hija.
Mamá es una persona bastante angustiada. ¡Y su pequeña guarda para sí misma toda clase de temores secretos! A Cáncer le resulta difícil darle a su hija la confianza que le impediría preocuparse tanto, porque ninguna de las dos deja nunca de cavilar acerca de algo. Necesitan que alguien positivo las guíe.
Cuando madre e hija se sientan deprimidas, tal vez cedan al mal genio y se maltraten mutuamente. Se tomarán a pecho cada observación de la otra, retirándose taciturnamente a curar sus heridas. Por supuesto, es a mamá a quien le corresponde poner las cosas en su sitio. Tendrá que permitirse descansar lo suficiente para recargar las baterías y estar mejor equipada para hacer frente a los cuidados de la maternidad. Así podrá volver a su yo nutriente y amante, ¡ese yo que la niña Cáncer adora!
La hija prospera bajo los cuidados protectores y la calidez de mamá, ama el cómodo hogar que ha creado y disfruta de la simpatía materna cuando algo anda mal. Confía absolutamente en su madre.
Mamá Cáncer tal vez necesite hacer un esfuerzo especial para ayudar a que su hija se torne más independiente a medida que vaya creciendo. Ella se sentiría feliz desatendiendo esta responsabilidad, pues la aterra ver llegar el día en que su hija abandone el hogar; pero es importante ayudar a la niña Cáncer a dar esos primeros pasos en el mundo edificando su confianza. Mamá Cáncer estimulará todos los intereses de su hija, y estará preparada para hacerse a un lado para ayudarla a seguirlos.
