Tauro en la Casa VIII

Tauro con cierto grado de resistencia. Este signo es exactamente el opuesto al regente astrológico natural de esta Casa, Escorpio. Como tal, sus efectos son opuestos polares de la orientación natural de la Casa. Ahí donde Escorpio y la Octava Casa buscan la transformación y la liberación, Tauro y la Segunda Casa buscan el statu quo y una mayor manifestación física.
Los resultados pueden ser bastante problemáticos ya que, a menudo, la necesidad de un cambio evolutivo puede verse bloqueada por un mal uso de la fuerza de voluntad. En efecto, la persona puede decir «¡No cambiaré!».
El dinero proveniente de asociaciones u otras fuentes de la Octava Casa puede fluir fácilmente hacia su vida La persona se enfrentará a los desafíos, determinando cómo utilizar esos recursos correctamente.
La pregunta fundamental y recurrente será: «¿Cómo libero y hago circular mis recursos para producir mayores beneficios para mí y para los demás?».
La sexualidad suele experimentarse de una forma muy profunda, pues el deseo puede ser una fuerza intensamente poderosa en esta combinación de Tauro en la Casa VIII. La longevidad y una muerte fácil suelen ser una promesa
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