Pareja Libra con Capricornio

Pareja Libra con Capricornio
La combinación entre un signo adscrito al elemento aire (Libra) y otro perteneciente al elemento tierra (Capricornio) siempre resulta difícil de armonizar por la divergente condición de sus naturalezas esenciales.

El aire, con su dispar movimiento, suele remover, incomodar y alterar el natural reposo de la tierra y, por su parte, ésta obstruye y frena la marcha del aire.

En mayor medida, esta inevitable fricción se agudiza cuando se unen, como es el caso, dos signos que se manifiestan de forma cardinal, poderosa y contundente.

No obstante, la tensión que entre ambos se genera, en muchas ocasiones, actúa más como factor de atracción que de repulsión.

A Libra, que valora la estética, los detalles y las formas como nadie, los modales de Capricornio le inspiran confianza y seguridad y, sobre todo, los interpreta como un signo de clase, de prudencia y de saber estar.

El libriano identifica la hierática compostura de Capricornio como un signo de distinción, al igual que su natural silencio como un síntoma de inteligencia superior y, seguramente, algo de cierto hay en esta visión, aunque también el silencio puede obedecer a la timidez y al sentido de la cautela capri-cornianas y su rigidez no ser más que el efecto de querer controlarlo todo, empezando por sí mismo.

En cualquier caso, Libra percibe al capricomiano como un individuo compacto, calmado e inalterable y eso le agrada porque al libriano no le gusta correr riesgos ni los individuos demasiado vehementes y, aunque no lo sepa, a Capricornio mucho menos que a él.

Por su parte, Capricornio agradece la disposición alegre, atenta y amistosa del libriano, siempre receptiva a entablar un diálogo que no exija tomar demasiadas precauciones. A Capricornio, al menos de entrada, no le gusta hablar de su vida íntima ni de cuestiones demasiado personales o comprometidas, algo que Libra, con su fino olfato, rápidamente detecta y sabe evitar con exquisita habilidad.

Capricornio se siente cómodo con Libra y, aunque su natural recelo no le permita abrirse alegremente a la experiencia amorosa o intimar de forma acelerada, de la comodidad le resulta fácil pasar a la complacencia y, seguidamente, al estado de enamoramiento.

Capricornio hace todo por etapas, que para él no son más que metas volantes, en la uniforme carrera hacia una meta mayor.

Nadie como él sabe resistir las pasiones pasajeras y le violenta tanto sentirse enamorado, que sólo aderezando con una buena dosis de seguridad y de certezas puede entregarse a la incierta experiencia amorosa, algo que a Libra no le sucede porque, aun buscando también certezas, no necesita tantos preliminares ni certificaciones.

El libriano, siempre abierto al amor con todas sus consecuencias, rara vez elude el envite de Eros, porque para él amar y, no digamos, sentirse amado constituye la más cumbre de las experiencias vitales y, con Capricornio, el libriano intuye que puede alcanzar cierto grado de compromiso y de reciprocidad afectiva.

Libra ante Capricornio percibe, no sin acierto, que tras esa austera y correcta compostura se esconde un mar de emociones que luchan por salir a flote en un mar sospechosamente sereno que él, irremediablemente, se siente llamado, más por cuenta propia que ajena, a explorar.

En poco tiempo, el libriano conocerá los secretos y las medidas del capricomiano y, de forma suave y envolvente, como es su natural proceder, le diseñará un traje a la medida, cómodo, elegante e impecable del que, difícilmente, Capricornio podrá prescindir porque Libra, ante todo, tiene un gusto exquisito y cuesta, incluso al capricomiano, no dejarse guiar
por su sibilino y epicúreo dictado, al menos mientras le sirva la talla del traje por él diseñado.

Qué tienen a favor

Les resulta factible crear un modelo de convivencia que acoja las necesidades e intereses de ambos.

El sentido de la justicia de Capricornio y el de la igualdad de Libra se conjugan perfectamente para establecer una relación igualitaria basada en normas y pactos de convivencia que garantizan la estabilidad, la armonía y el reparto de tareas.

La condición tranquila, educada y escasamente agresiva o extremista de ambos les permite establecer un tipo de diálogo constructivo.

Libra sabe escuchar y Capricornio callar a tiempo, elementos principales y reafirmadores en cualquier tipo de diálogo.

En la esfera sexual se entienden perfectamente, no sólo porque sus naturalezas son compatibles, sino porque comparten estrategias y preferencias y no escatiman ni tiempo ni dedicación en este terreno.

Libra sabe compensar con ternura la aparente frialdad de Capricornio, y éste colmar con su infinita paciencia las románticas fantasías librianas.

Qué tienen en contra

Diseñar y entregarse a un proyecto de futuro común constituye un gran reto porque sus respectivos horizontes personales divergen, tanto en los propósitos como en la forma de lograrlos.

Para el idealista Libra, el amor lo justifica todo y por él hipoteca lo que sea, incluso su futuro, y, contrariamente, el racional y atávico Capricornio concibe el futuro en términos cuantitativos y le da miedo renunciar sin certezas.

En ningún caso, tomar decisiones radicales, apostar todo a una carta o seducir al otro para que secunde el proyecto personal constituye una buena idea.

El grado de sociabilidad que mantienen también diverge: Libra, amante de las fiestas y los saraos, no entiende la actitud conservadora, inmovilista y, a veces, aguafiestas de su compañero, que tiende a poner cara de invitado cuando se siente incómodo en alguna celebración.

Afortunadamente, a ambos les preocupa mucho lo que opinen los demás de ellos y suelen guardar las apariencias incluso en la situación más molesta.

Sus diferentes ritmos personales les dificultan compartir actividades, trabajos y actividades de ocio.

Capricornio es poco espontáneo y necesita rentabilizar lo que hace, incluso el ocio y sobre todo tener el control en todos los sentidos; esto explica que aderece su vida con normas, horarios y utilice el orden como máxima consigna, algo que su compañero libriano, mucho más improvisador, no soporta.

Las relaciones con las respectivas familias suelen ser tensas, aun sin motivo. A ninguno de los dos le conviene dejarse llevar por los dictados de la familia o ser complaciente con ellos en detrimento de su pareja.

La mejor opción es mantenerse sutilmente alejado de ambas y evitar a toda costa invasiones inopinadas.

En caso de conflicto, ambos esperan que el otro dé el primer paso de la reconciliación y, mientras tanto, esperan todo menos lo inesperado que, usualmente, es lo que suele acontecerles.

Síntesis de la relación de pareja Capricornio Libra

Capricornio y Libra se atraen magnéticamente pero son demasiado fundamentalistas, como todos los signos cardinales, para mantener posiciones mancomunadas.

A Capricornio le preocupa mucho ser respetado y a Libra ser respetable y esta actitud les dificulta a ambos respirar el mismo aire y apostar por un futuro que sobreviva a la decepción, al desaliento y al destiempo, sus eternos enemigos.

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