Pareja Cáncer con Sagitario

Pareja Cáncer con Sagitario
La unión entre un signo de Agua (Cáncer) y otro de Fuego (Sagitario) suele ser discordante e inarmónica por la propia incompatibilidad de los elementos que entran en juego, que si bien pueden mantenerse juntos, como el aceite y el agua, a la más leve agitación se separan sin remedio.

El temperamento canceriano, femenino, pasivo y receptivo, resulta difícil de amalgamar con la naturaleza masculina, activa y extrovertida del sagitariano. Cáncer y Sagitario están diseñados con materiales de naturaleza antagónica y, por consecuencia, valoran la vida con diferentes ojos y comparten pocos elementos en común para establecer una relación armónica y mínimamente duradera.

No obstante, como ya se ha dicho a propósito de otras relaciones, en la ruleta del amor cabe cualquier apuesta, incluso la más arriesgada y claramente emparentada con la ruleta rusa.

La tendencia costumbrista, intimista, introvertida, hogareña y cerrada del signo de Cáncer difícilmente encontrará en un sagitariano el respaldo emocional que siempre anhela, entre otras cosas porque Sagitario no reposa demasiado tiempo en sus propias esferas internas, ni le atrae demasiado psicoanalizarse porque no siente esa especial necesidad.

En su ser interno prima el impulso de vivir la aventura, el riesgo y la implicación en primera persona de todo aquello que hace.

El sagitariano concibe la vida en movimiento, le cuesta asentarse en algo y, mucho menos, se acomoda al dictado de la costumbre y de una vida en formato regular, según el prototipo canceriano. Sagitario mantiene la misma avidez de experiencias externas y ajenas, como Cáncer hace lo propio en las internas y personales.

El mismo grado de dependencia, de reserva y de fijación que Cáncer siempre ostenta en todo aquello que le interesa o satisface, Sagitario lo despliega, con derroche, en sentido contrario, porque en su fuero interno el miedo al entumecimiento vital prima sobre cualquier otra alerta.

Sagitario, como fiel representante del elemento fuego, se siente vivo en la acción dispersa, en el reto constante y manteniendo planes de futuro inmunes a cualquier desaliento. El entusiasta Sagitario, las más de las veces pasado de vueltas, es un entrometido revolucionario con sangre de transgresor, todo lo contrario que su moderado, emocional y tradicionalista compañero Cáncer, que modula su existencia sobre una base empírica y mucho menos épica que el sagitariano.

Cáncer no tiende a empacharse de colosalismos, sino más bien de coloquios y se decanta más por lo próximo, lo conocido y lo colindante que por lo lejano, lo desconocido y lo fronterizo. Sin embargo, cada uno según sus formas, son dos inquietos exploradores, dos eternos buscadores que sólo se diferencian en los propósitos de su búsqueda y en la forma de llevarla a cabo: Cáncer quiere llegar a sentir; Sagitario, a ser.

Cuando la vida los pone frente a frente, no suelen experimentar recelo o desconfianza; tan sólo se sospechan radicalmente diferentes y, por lo común, en su fuero interno no suelen apostar demasiado por la relación.

Es como si ambos, a pesar de poder sentirse muy atraídos, intuyeran que se trata de una relación transitoria y dimitieran de antemano de la posibilidad de poder entenderse y amarse. Sin embargo, Cáncer, por lo común, está abierto al encuentro emocional y Sagitario, por su parte, al pasional.

Sólo les resta encontrar ese punto de ebullición que no evapore totalmente el agua canceriana y que, a su vez, no extinga el inconstante fuego sagitariano, permitiéndose, de esa forma, la coexistencia armónica de sus necesidades más íntimas. Si ninguno de los dos se enroca en sus tendencias de caracter más extremas, de seguro podrán convertir esa relación en un ser vivo, mezcla de acción y de emoción, y más transitante que transitorio, obteniendo ambos la recompensa de la apuesta en sí misma, incluso aunque sea a destiempo.

Qué tienen a favor

• En la esfera sexual, Sagitario se siente poderosamente atraído por Cáncer, y éste, a su vez, encuentra en el sagitariano a un amante entregado, solícito y pasional que cubre sobradamente sus más fantásticos sueños. La condición femenina de Cáncer, unida a la masculina de Sagitario, forman una excelente combinación en este complicado terreno, y que se destaca positivamente por encima de cualquier otra faceta de la relación.

Qué tienen en contra

• El modelo de convivencia que pueden llegar a establecer, resultado de sus propias y contrarias tendencias naturales, les aporta más intranquilidad que sosiego y más disputas que entendimiento. Cáncer es hogareño y costumbrista y con el agitado sagitariano, por más que se esfuerce, difícilmente logrará convencerle de los beneficios de una vida reposada, enfundada en las comodidades del hogar y mucho menos conseguirá aleccionarle de los beneficios del ahorro y de la conservación porque Sagitario se rebela a todo lo que le huele a encierro, control y programación.

• Establecer un proyecto de futuro compartido tampoco resulta tarea fácil para ninguno de los dos, en tanto que el dependiente Cáncer se proyecta en la búsqueda de seguridades tangibles, sin dejar nunca de mirar de reojo a sus experiencias del pasado, y el independiente Sagitario apuesta por sintonizar con la aventura y la vida en libertad. Cáncer en ningún caso puede mirar el futuro con las mismas alegrías que su desapegado compañero.

• Su más acusada debilidad es la que resulta de la patente incompatibilidad que manifiestan para establecer un tipo de diálogo constructivo y que les permita entenderse hablando. En este contexto es donde más nítida y persistentemente evidencian sus divergencias y desencuentros. Cáncer es demasiado lento, subjetivo y rollista para las exigencias del rápido y directo discurso sagitariano que, aun sin querer, hiere, con frecuencia, la extremada sensibilidad canceriana.

• El hecho de viajar juntos también constituye un punto de recurrente fricción para esta pareja que, raramente, se pone de acuerdo en la forma de hacerlo y en los lugares a visitar.

• En caso de conflicto, Cáncer siempre intenta imponer su criterio a través de la persistencia, la cerrazón, la manipulación emocional y la dramatización, armas que en el disperso, dogmático y huidizo sagitariano tienen dudoso efecto.

Síntesis de la relación de pareja Cáncer con Sagitario

Cáncer y Sagitario son dos signos que tienen pocos contextos de su relación abonados al entendimiento, la complicidad y la plena armonía. Su relación más bien aboca al desencuentro caracterial, la incomodidad y la falta de sintonía, que tanto los puede enamorar como enfrentar y que, en cualquier caso, les dificulta la coexistencia pacífica, pero, aun así, pueden amarse y entregarse generosamente y sin reservas, porque el amor no exige de razonamientos sino de sentimientos, y éstos reaccionan y fertilizan incluso en el terreno más inhóspito.

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