Pareja Aries con Leo

Pareja Aries con Leo
Estos dos signos de fuego, extremadamente armónicos, pueden propiciar una pareja estable y dinámica, que interpreta la vida en clave de acción ganadora e independiente. A ambos les gusta vivir el presente y, en consecuencia, la profunda y rápida conexión que establecen les permite mantener sus respectivas individualidades y, a la vez, apoyarse mutuamente en todo aquello que emprenden. Aries aporta a Leo el sentido de la iniciativa, y Leo, al ser un signo fijo, colabora con Aries en concretar y terminar las acciones que emprende.

Por igual incombustibles y dotados de una gran fuerza vital, son capaces de desarrollar un gran despliegue de energía durante todo el día, tanto en sus respectivas profesiones y actividades cotidianas, como en la práctica de algún deporte, al que siempre son muy aficionados. De hecho, tanto Aries como Leo son valerosos, aman los desafíos y no son cicateros a la hora de esforzarse o de trabajar duro.

Sus parecidos horizontes les permite entenderse, identificarse en los postulados más capitales de la vida y consensuar de forma natural todo proyecto que les surja sobre la marcha, independientemente de quién de los dos lo plantee, porque a ellos, en realidad, lo que más les gusta es «vivir al día» y seguir el camino más rápido, aventurero y atrevido y no el más corto, trillado o fácil.

Los viajes, sobre todo al extranjero, siempre constituyen un especial factor de unión para esta pareja, un punto de encuentro y una invitación a la desconexión, que les facilita el acercamiento mutuo y relajado en otro entorno que les estimula a descubrir aspectos velados u olvidados de su relación.

Cuando esta pareja viaja, en cierto modo, también «trabaja» y no para de moverse de un lugar a otro, de descubrir rincones insólitos y de hacer amistades por donde quiera que va. Su contagioso dinamismo atrae a los demás y son capaces de sentirse como en casa en cualquier lugar. Viajar, en definitiva, es un aliado que ayuda a mantener el tono vital de la relación.

Tal como son, naturales y directos, así, esta pareja se ama. Su amor es una entrega incondicional, franca, fresca y sin reservas. De miradas directas y a los ojos, nunca eluden el cuerpo a cuerpo porque es precisamente en esta distancia donde ambos pueden ganar más enteros y es la que buscan con más audacia y frecuencia.

Ambos rechazan las medias tintas porque «todo o nada» es su consigna y su principal apuesta personal. Son capaces de amarse sin medida y con la pasión y el arrojo de aquel que se apuesta todo a una carta y no le importa perder, porque ambos saben que apostar ya es ganar.

En su compartida visión del amor, no hay vencidos ni vencedores, pérdidas o ganancias; más bien, se arrojan a la aventura, apuestan honestamente por la acción y no ocupan demasiado tiempo en vanas idealizaciones porque ambos son conscientes de que la vida es breve y hay que devorarla con fruición.

Esta pareja no hace el amor sino, como diría el leonino Jacinto Benavente, «lo compra ya hecho». No pierden el tiempo en intrigas mentales o en cuestionamientos emocionales. No buscan lo previsible, sino lo inmediato, desechando todo artificio y ofreciéndose ambos al natural, sin aditamentos porque sus respectivas naturalezas no están diseñadas para albergar complicaciones innecesarias.

Por definición valientes y arrojados, su secreto a voces es que se aman a sí mismos y aman a su pareja en la misma medida y con igual vehemencia.

Tómame o déjame es su máxima y categórica apuesta, seguramente impremeditada, pero tan cierta y generosa como sus propias naturalezas de fuego, que no sólo aman sin condiciones, sino algo más importante: se dejan amar de igual forma. Todo se lo dan de corazón porque los signos de fuego detestan el engaño, viven al día y son agradecidos, empezando por la luz que los ilumina y que les ha permitido reconocerse y cruzar sus destinos.

Qué tienen a favor

• La naturaleza extrovertida, demostrativa y comunicativa que ambos comparten les permite entenderse hablando porque todo se lo dicen a la cara, sin preámbulos y sin ningún tipo de anestesia. Viajando por caminos diferentes, son capaces de llegar a las mismas conclusiones y siempre están dispuestos a renovar su relación, a chequearla periódicamente o a revisar sus compromisos personales, aunque no existan causas objetivas que obliguen a ello.

• Implicarse en un proyecto de futuro común les resulta fácil, porque ambos son signos de presente, que se proyectan con parecidos esquemas y que se apoyan mutuamente más de lo que las apariencias puedan indicar. Tanto los éxitos como los fracasos de uno, el otro los vive intensamente como si fueran propios, porque son capaces de amar lo que su compañero hace y, lo que es más importante, se saben admirar mutuamente y regalarse el reconocimiento que siempre ambos desean.

• Sus parecidos ritmos, activos y diurnos, les permiten sintonizar en su actividad diaria y evolucionar de forma pareja, comprometida y convergente.

• El talante entusiasta y extrovertido de esta pareja hace que sea reclamada, aceptada y reconocida por los demás. Su intensa vida social y la gran capacidad para establecer contactos les proporcionan, por otra parte, posibilidades de lucimiento, algo de lo que nunca pueden sustraerse del todo.

Qué tienen en contra

• Establecer un modelo de convivencia no les resulta tarea fácil porque ambos están dotados de caracteres fuertes, combativos e insubordinados y luchan por dominar la relación y gestionarla a su manera. Un hecho que se evidencia, sobre todo, a la hora de ponerse de acuerdo para resolver problemas cotidianos.

• La naturaleza masculina y activa que ambos comparten no les permite entenderse demasiado en la esfera sexual, un contexto que acoge sus más acaloradas trifulcas y enfrentamientos, pues ambos quieren dominar y dirigir la situación según sus preferencias y les cuesta lograr el grado de complicidad necesaria para que sus relaciones sean gratificantes a dos bandas.

• Les resulta difícil no estar en movimiento y relajarse y, sea cierto o no, siempre parece que tienen algo urgente e importante que hacer. Con frecuencia, utilizan este argumento para hacer ver a su pareja que su tarea es prioritaria y que no pueden ser entorpecidos o dirigidos hacia otros asuntos.

• En caso de conflicto, no suelen solventar sus problemas de forma tranquila y ponderada, sino más bien utilizando el argumento de la fuerza, la imposición autoritaria o el premeditado y cruel desdén.

Síntesis de la relación de pareja Leo Aries

La compatibilidad entre Aries y Leo les permite entenderse y asentar una unión alegre, comprometida y apta para acometer conjuntamente cualquier tipo de desafío. Su principal reto consistirá en controlar sus enfebrecidos egos y sus tendencias dominadoras.

No deben caer en la trampa del «estás conmigo o contra mí», sino intentar fomentar el diálogo, aunque también es cierto que, para ellos, pelearse constituye la más natural de las formas de acercamiento.

En cualquier caso, lo que está claro es que si abundaran las parejas compuestas por un Aries y un Leo, los terapeutas de pareja y los que imparten cursos de autoestima tendrían que buscarse otra ocupación.

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