Pareja Aries con Acuario

Pareja Aries con Acuario
Aries y Acuario están diseñados para entenderse y para ser leales camaradas en toda ocasión. La compatibilidad entre el fuego ariano y el aire acuariano es un hecho evidenciable a primera vista y que toma cuerpo con el paso del tiempo, que, como tiene por costumbre, tiende a ponerlo todo en su sitio. Son numerosos los factores emocionales que coinciden entre ambos y que se confabulan para permitir a esta pareja disfrutar de una coexistencia y de una fusión extraordinarias.

Individualistas, dinámicos y amantes de la libertad, se permiten ser ellos mismos y no tienen una necesidad apremiante de forjar a su pareja a su imagen y semejanza, necesidad tan típica en otros signos del zodíaco, aprendices de Pigmalión.

Curiosamente, se establece entre ellos una complicidad, basada en la confianza mutua, que llama la atención ajena y que, usualmente, parece más propia de una relación entre hermanos que entre amantes.

De hecho, la amistad es un valor primordial para el signo de Acuario y un punto de referencia vital para el signo de Aries, que siempre necesita de una activa vida social y del concurso de amistades, que él define como camaradas. Independientemente de cómo les fructifique la relación de pareja, siempre mantendrán su amistad, su cooperación y una cordial comunicación, incluso en los momentos más tensos.

Aries se siente seducido por las cualidades de Acuario, que siempre brillan en forma de originalidad, creatividad y sorpresa, antojándosele, no sin razón, que junto al acuariano podrá llevar una vida aventurera, rica en acontecimientos y nutrida de imprevistos. Por su parte, el intuitivo Acuario rápidamente capta y se identifica con las formas arianas, naturales y visibles, extrovertidas y resueltas, alegres y entusiastas.

Sin lugar a dudas, juntos se sienten cómodos y comprendidos y saben que pueden abandonarse al otro sin reservas y sin temor a ser traicionados. Gracias a Aries, Acuario se siente menos excéntrico y le cuesta menos conectar con el presente, y, en parecida medida, con el apoyo del acuariano, Aries proyecta mejor su futuro y se le despierta la necesidad de profundizar en sus variables esquemas mentales. Los dos saben que su unión está tocada por los dioses y difícilmente ofrecerán resistencia a lo que, desde el principio, parece no depender de ellos.

Esta auténtica y profunda comunicación, que va más allá de lo expresado, a ambos les renueva internamente y les permite descubrir cualidades y potencialidades propias que tenían veladas o mal aprovechas. Es como si su unión les hiciera emerger una fuerza creativa que tenían dormida y a ambos les surge de súbito una necesidad de experimentar campos de acción hasta ese momento inexplorados.

Juntos, se sienten fuertes para emprender actividades nuevas y no dudan en confiarse al otro abiertamente porque no les cuesta confraternizar y verbalizar sus sentimientos. Ambos experimentan un proceso de renacimiento inesperado e irreversible, que les transforma y trasciende, y les induce a sospechar que ya no podrán vivir separados, y lo que es más fatal: ¿cómo han podido sobrevivir hasta ahora el uno sin el otro?

Desde ese instante, la magnitud de la complicidad se incrementa y trasfigura a ambos de tal modo que las aspiraciones, las fantasías y los sueños dejan de ser personales para convertirse en realidades compartidas y doblemente estimuladas.

Obviamente, su sentido de la realidad no tendrá nada que ver con la acepción más prosaica y temporal del término y difícilmente será entendida por los demás, aunque eso poco importa a esa singular pareja, cuyo envite principal es sentirse llamados al unísono para compartir amor y amistad. Su destino es entenderse; su fatalidad es hacerlo incluso en la distancia.

Qué tienen a favor

• Ambos pueden cubrirse cómoda y rápidamente sus particulares necesidades psicofísicas. Unidos, ensamblan un póquer de ases: les es fácil entenderse, aceptarse, amarse y sentirse amados.

• La comunicación fluida y la facilidad para llegar a acuerdos es otra constante que vincula a esta independiente pareja. Motivos de conversación y de lectura compartidos hacen prosperar una unión que se mueve más en el dominio mental que en el material.

• La gran iniciativa de Aries, unida al sentido de la anticipación y de oportunidad de Acuario, les hace ser una pareja fuera de la norma en todos los sentidos y les permite establecer un proyecto de vida compartido, que nunca será común, pero sí mancomunado.

• Ambos son emocionalmente autónomos y capaces de estar juntos sin sentirse dependientes o responsables el uno del otro, y sin que ello menoscabe su grado de empatía y la gran necesidad de estar juntos que siempre anhelan. Su concepto del amor no sólo es afín, sino coincidente en su forma de ser expresado, una forma tan cambiante como ellos, pero tan firme como sus propias convicciones y apuestas personales.

• Mágicamente compatibles e hiperactivos en el ámbito íntimo, se convierten en amantes cariñosos e inseparables desde su primer encuentro, que para ambos anticipa el calado y el cariz que puede llegar a alcanzar su relación.

Qué tienen en contra

• Ambos aman la velocidad: Aries es rápido; Acuario, instantáneo. Cabalgan por la vida sin darse pausas ni tiempos de espera y hacen de la hiperactividad una consigna que puede resultar agotadora y desgastante para ambos y sobre todo para las personas que tienen a su alrededor.

• Tienden a preocuparse más de lo lejano que de lo próximo y a descuidar lo cotidiano e inmediato, ocupando gran parte de su tiempo en tareas improductivas. Con frecuencia, dedican más tiempo a los demás que a sí mismos y suelen pagar un alto precio por ello.

• En caso de conflicto, la naturaleza rebelde que ambos comparten no les facilita solventar sus discrepancias de forma relajada y máxime teniendo en cuenta que Aries, cuando se enfada, recurre a la agresividad y Acuario, en las mismas condiciones, se obceca y se larga por la tangente.

Síntesis de la relación de pareja Aries Acuario

Aries y Acuario se complementan a la perfección en la mayoría de las esferas que configuran su relación de pareja. Su compartida tendencia a vivir un poco en el filo de la navaja les garantiza una andadura sorpresiva, renovada y vitalista que, difícilmente, puede sucumbir al anquilosamiento y la rutina.

El práctico Aries induce a su volado compañero a bajar de las nubes y a posicionarse en el presente, y el idealista Acuario, desde su posición elevada, le señala al ariano un sugerente camino de futuro.

Juntos, sin apenas esfuerzo, podrán vivir en el presente continuo y disfrutar de un amor auténtico, tal como lo expresó Alejandro Casona: En el verdadero amor no manda nadie, obedecen los dos.

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