Leo en la Casa XII

Leo como el desafío de integrar los impulsos creativos personales desde una perspectiva espiritual.
Leo, dondequiera que esté ubicado en la carta, exige que esta parte de la vida destaque y sea tenida en cuenta.
Pero la Duodécima Casa es la más sutil y la menos perceptible de todas.
En consecuencia, esta combinación signo-cúspide da lugar a lecciones de humildad y discreto servicio.
Leo en la Duodécima indica una gran riqueza de una poderosa fuerza de voluntad, aunque no permite que ésta sea utilizada de una manera obvia.
Esto puede producir una persona sumamente manipuladora, que trabaja con subterfugio y engaño para conseguir lo que quiere.
El feroz potencial del León puede ser una gran fuente de apoyo y estímulo para los demás.
Esta actividad generosa, a su vez, añade más fuerza, sanación y poder a la propia vida.

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