La Luna en la Casa VIII

La Luna en la Octava Casa confiere una gran sensibilidad a los cambios y las fluctuaciones en los estados emocionales de los demás.
Alguien con esta posición, que es excelente para la capacidad de «sintonizar» con los sentimientos de otras personas, tiene una gran capacidad de receptividad emocional.
Lo que uno haga con esta información (cómo utilice su sensibilidad) depende de su nivel de madurez.
En todos los casos, la Luna en esta posición vincula fuertemente los impulsos sexuales con la naturaleza emocional.
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