Aries en la Casa VII

Aries como una poderosa necesidad de encontrarnos a nosotros mismos en los demás. Puesto que, cuando Aries esta aquí, Libra está en el ascendente, la creación de relaciones está mucho más vinculada a nuestra imagen de nosotros mismos.
Con Aries en la cúspide de la Séptima Casa, la relación se convierte en nuestra orientación inicial a la vida.
Con frecuencia, las relaciones se establecen sin una conciencia de sus consecuencias más profundas. La necesidad de estar en una relación es tan fuerte que, a menudo, uno olvida que debe haber un mayor grado de objetividad en su formación que el que la persona con Aries en la cúspide de la Primera Casa está dispuesta a aportar.
En efecto, esta combinación signo/cúspide puede hacer que uno se obsesione tanto con «el otro», que pierda su propia identidad. También existe la tendencia a hacer que la otra persona se convierta en el ideal perfecto de una pareja, con lo cual uno pierde de vista su verdadera naturaleza. Si la estructura del ego es madura, Aries en Casa VII puede aportar una gran vitalidad y dirección a cualquier relación, creando nuevas avenidas para la exploración de la vida.
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