Acuario en la Casa VII

Acuario como una necesidad de todo aquello que es poco corriente. Cuando Leo está en el ascendente, la vida es muy dramática. Con Acuario en la cúspide de la Séptima Casa, uno está seguro de atraer a su vida a personas fuera de lo común y que le proporcionan una gran cantidad de circunstancias interesantes y sorprendentes. A Leo le gusta ser el centro de atención y Acuario gobierna a las masas.
A un nivel práctico, este signo en el descendente pone a la persona en contacto con mucha gente distinta y con grupos y organizaciones dentro de las cuales Leo puede brillar. Las personas que son muy acuarianas por naturaleza establecen muchas relaciones sociales. Esta combinación signo/cúspide permite que la persona se desarrolle, se extienda y se aleje un poco del egocentrismo leonino. Leo es muy personal; Acuario es el más impersonal de todos los signos.
Esta cúspide tiene muchos beneficios para un ascendente Leo. El «rey del zodíaco» puede dejar atrás el boato real y, a través de sus relaciones, circular más fácilmente entre la gente, haciendo sus contribuciones creativas en este ámbito.
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