La aproximación inicial de una persona a la vida (el ascendente) se modifica a través del signo Acuario mediante un deseo de expresarse de una forma sumamente original.
Hay una clara relación amor-odio con los grupos y las organizaciones. Por un lado, Acuario en el ascendente indica que la persona es marcadamente individualista y encuentra absolutamente necesario ser ella misma, a su manera.
Por otro lado, hay un claro llamado hacia el pensamiento idealista y los esfuerzos humanitarios que requieren una interacción de grupo y un grado de participación social elevado.
Algunos Acuario se asegurarán de individualizarse a través de una afición, un pasatiempo o un hábito que los diferencie de los demás en la acción y/o en la apariencia.
Otros Portadores de Agua se unirán a un grupo, culto u organización cuya orientación colectiva marque a la persona con una identidad especial.
El ascendente Acuario es sumamente consciente de todas y cada una de las posibilidades de comunicación. Son trabajadores de grupo natos, pero deben cuidarse de no extenderse demasiado y perder, así, su conexión con su centro.
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