Mamá Cáncer arroja amor por arrobas sobre su pequeño Aries. ¡El único problema es que algunas veces Aries siente que va a asfixiarlo! El niño Aries goza al sentirse amado, pero también anhela libertad para hacer lo que desea, y para llegar a ser el inquieto y aventurero pionero que lleva dentro. Pero mamá quiere que se tranquilice, que se acomode, que goce de la vida familiar y que se quede en casa para compartir la intimidad emocional que ella tanto disfruta.
Las súbitas rabietas de Aries anonadan y lastiman a la vulnerable Cáncer. Si está cansada, les dejará seguir su curso y evitará cualquier clase de enfrentamiento. Pero si se siente particularmente emotiva, aplicará la ley del talión y lo castigará severamente. Cualquiera de estos dos métodos puede provocar más insensateces en el testarudo y díscolo Aries.
Mamá debe aprender a reírse de su veloz hijo y permitirle desarrollar su forma de ser. Sí, él actúa sin reflexionar, mientras ella hace planes con anterioridad. Y sí, él parece carecer de sensibilidad, mientras ella siente todo con mucha profundidad. Su hijo es un poco mandón y no le da importancia a la seguridad que su madre necesita. Y él siempre está en movimiento, mientras mamá disfruta de una reposada paz y quietud.
Pero ninguna de estas cosas puede considerarse un defecto, así que si mamá aprende a apreciar a su saltarín aventurero, también se sentirá arrastrada por su energía. Aprenderá a gozar más de la vida y a sacar ventaja de todas las oportunidades que ésta le ofrece, mientras el joven Aries tratará de ser más afectuoso, leal y amable para complacer a mamá. Ambos ganarán si consiguen tratarse uno al otro de la manera adecuada.
