El jefe Aries 1

Si oyes el rumor de que la empresa está a punto de declararse en quiebra, no te apresures demasiado a buscar otro trabajo. Es posible que, en definitiva, no lo necesites. Si alguien puede solucionar los problemas de la empresa, salvarla en el último momento del desastre financiero en las mas deplorables circunstancias y hacer que toda la operación recuerde a Moisés pasando entre las aguas del Mar Rojo, ese es tu jefe Aries, independiente, osado y emprendedor. Su impulso, a diferencia del de Escorpio, que es más emocional, es vital, proveniente del espíritu y casi siempre idealista. (Sin embargo, es posible que pierda ante el impulso igualmente decidido de un Escorpio que se le oponga, y que sea incapaz de ponerse a la altura de la implacable falta de piedad de Plutón, aunque se recuperará de la pérdida y ya sabrá ganar en otra parte.)
Aries tiene sentido de la iniciativa. Si en la oficina hay un buzón de sugerencias y un empleado deposita en él las suficientes ideas creativas y practicables, es casi seguro que con un Aries ascenderá rápidamente. Los Aries aprecian a los empleados que se interesan por la empresa y hacen sugerencias y piensan con originalidad… por lo menos, mientras esté bien claro que no tienen la intención de brillar mas que ellos.
La fuerza de voluntad es uno de los rasgos característicos de los hombres Aries. El Carnero lucha contra todas las dolencias menores, y tampoco cede fácilmente ante las enfermedades graves. A veces, puede retrasar o evitar completamente una enfermedad con el simple poder de su voluntad. Si tiene un resfriado o una infección vírica (acompañada probablemente de fiebre alta), se levantará para acudir a su despacho por un asunto urgente, y es posible que para cuando llegue la fiebre se le haya ido, dejando atónito a su médico y a sus empleados con la sospecha de que había permanecido en casa para haraganear.
No habrá en él nada de letárgico, y será mejor que no lo haya en sus empleados tampoco. Probablemente, un empleador Aries prestara muy poca atención a la mala hoja de servicios anterior de un empleado o a las razones por las cuales hayan podido echarlo. En estas circunstancias, no hay mejor techo donde ir a cobijarse. Dada su convicción de que hará del futuro lo que él quiere que sea, es raro que a Aries le preocupe o le moleste el pasado, ya sea el suyo propio o el de su empleado.
El ejecutivo marciano es demasiado orgulloso para dejar que los demás adviertan que le han herido. A pesar de sus rápidos estallidos de mal genio (que no serán muy perdurables ni muy vengativos, y quedarán olvidados tan pronto como se hayan extinguido), ocultará muy bien todo lo que le afecte profundamente. Un Carnero no admitirá su dependencia de nadie más que de sí mismo. Él necesita de otros, y mucho más de lo que es capaz de admitir, pero su fuerza procede del interior y siempre puede encontrar la forma de seguir solo cuando sea necesario.
Si eres capaz de admirar su energía y su valor, aunque se te haga imposible imitarlos, si puedes compensar su carácter impulsivo y apresurado cuidando de los detalles que el omitió en su prisa (y haciéndolo sin que se note), es posible que te pague mas de lo que te pagarían en cualquier otra parte, y que trabajes con él toda la vida. Pon mucho tacto cuando trates de evitar que haga o diga cosas precipitadas que lamentará mas tarde.
Recuérdale suavemente que aquellos contra quienes dirige momentáneamente su justa có1era pueden ser personas muy importantes que, si pierde su favor, podrían perjudicar sus intereses.
Eso es lo importante que tienes que recordar con tu jefe Aries. A pesar de su gran independencia de espíritu, cuando el optimismo de su entusiasmo idealista le eleva por encima de sí mismo, necesita realmente de tu ayuda, de tu fe y de tu lealtad. Dáselas con prodigalidad y nunca te encontrarás con una sorpresa desagradable el día de pago. No tendrás que preocuparte si no consigues taxi en un día de lluvia y llegas tarde, ni si necesitas una semana de licencia para una operación… ni por verte reemplazado por alguien mas joven y mas eficiente. Mas que ningún otro jefe, Aries pagará la lealtad con lealtad. Ten una buena provisión de aspirinas, para emergencias, en el cajón del escritorio, pule tu sonrisa, no te tomes en serio sus accesos de ira, y ya puedes arrojar al cesto de los papeles los anuncios clasificados. Preferirás quedarte allí, donde se desarrolla la acción.

Signo Aries