El hombre Aries 1

Y para que lo sepas sin lugar a duda, para él un amor novelesco excluye irse a acostar por la noche con una mujer que se ha untado el pecho con ungüento para la tos. También excluye ser testigo de detalles de tu intimidad personal, tales como pintarte las unas, cepillarte los dientes, teñirte el pelo para quedar mas rubia, arrancarte la piel quemada por el sol, recortarte la cutícula o discutir durante horas por teléfono con tu madre. Para su mentalidad, esa no es la forma en que se conducen las princesas en las novelas. Y Dios sabe que Julieta jamás se habría sentado con los pies sobre una mesita, a mascar chicle y ver la televisión. Perfúmate cuando él esté en casa, y charla con tus amigas cuando no esté. Se le hace difícil pensar que es el Príncipe Encantador si cuando te besa para despertarte tu le respondes con un ronquido o le dices: <>.
Y realmente, dime si es así como debió reaccionar la Bella Durmiente al despertar. De manera que cuídate de saludarle todas las mañanas sin aliento y con los ojos húmedos, recién salida de tus sueños, maravillada de encontrar su hermoso rostro. Y no dejes de hacérselo saber.
Cuando su pareja descuida los aspectos románticos, el hombre Aries se queda en principio con el corazón destrozado. Después se enoja y va en busca de una princesa que no ronque ni haga ese tipo de cosas. Por lo que a él se refiere, no es ninguna falta de honradez. El no rompió ninguna promesa; la rompiste tú. Tú, que le hiciste pensar que eras un delicioso ruiseñor que canta a la luz de la luna, como dice su canción favorita. Y ahora ha descubierto que en realidad eres una ardilla parlanchina o un pajarraco fastidioso, y el impacto te arranca de su mundo celestial de coros angélicos y campanas que repican cada vez que él te toca la mano. ¿Cómo pueden repicar las campanas si tú tienes siempre las manos llenas de ceniceros para lavar, y cómo puede él oír los coros si tú le reprochas que dos noches seguidas ha llegado a casa después de medianoche? (Lo cual es cierto, claro, pero ¿quién eres tú para creer que puedes vigilar sus movimientos? El matrimonio no es una prisión, ni tú eres su guardiana: esa es la actitud de Aries.)
Si aprendes a abrir los ojos y a mirarle a través de una bruma, y todas esas cosas, se quedará muy feliz contigo, y por ti ignorará a todas las mujeres del mundo. Es muy improbable que el Carnero se complique físicamente con más de una mujer a la vez (a menos que en su carta natal tenga como ascendente Géminis, o alguna influencia de Venus). Sencillamente, eso no concuerda con su imagen de un amor verdadero y perdurable. La decisión de romper con el antiguo vínculo la tomará siempre antes de que el nuevo se haya tornado muy profundo. Y no te faltarán advertencias: es muy raro que un Aries pueda fingir una pasión que no siente. Con eso sólo, ya no es posible que el calibre del engaño sea muy grande. Además, ahora tú ya sabes que hacer para mantenerle dentro de las paginas de la novela.
Para retenerle, hay que ser una combinación de Grace Kelly, Ursula Andress, Marie Dressler, Madame Curie y la Reina Victoria, con un poquito de Clare Boothe Luce para matizar. No hay princesa que, por sí sola, pueda satisfacer su imagen ideal. Es toda una hazaña convencerle de que una es superior a todas las demás mujeres, pero quien lo logre hará de él un hombre impecablemente fiel. Y vale la pena intentarlo, porque así como Aries se zambulle de cabeza en un romance, también huye de él con la misma decisión. Es tan idealista como egoísta, lo que quiere decir que no soporta admitir que se ha equivocado, o que el amor que el eligió pueda morir. Así y todo, no hay que olvidar que para él pueden ser insoportables situaciones que otros considerarían normales. Después de una separación, si lo encuentras en un estado de ánimo adecuado, es posible reavivar el fuego del romance, pero para eso hay que actuar como si jamás hubiera existido intimidad alguna. Para ganarle habrá que jugar fuerte, porque le entusiasman los desafíos. Y si alguna vez surgen problemas, será mas fácil perdonarle un extravío si recuerdas que fue causado por un impulso repentino, después que su ruiseñor dejó de cantar a la luz de la luna, y no fruto de la búsqueda deliberada de una frívola aventura. En realidad, el adulterio resulta desagradable a la honradez de su naturaleza. No pongas en peligro el futuro. Ya que tienes la llave mágica de su corazón, úsala.
Y si se te ocurre la idea de jugar con él el juego del flirteo… descártala. Con Aries, probablemente tu primera indiscreción será la última. Un susurro o una mirada insinuante a otro hombre puede bastar para que le pierdas, y no hablemos de una infidelidad real. Él insiste en ser el primero en todo, y puedes apostar tu recuerdo mas querido a que eso incluye ser el primero en tu corazón. Aries es posesivo y extremadamente celoso. Solamente el varón de Leo es capaz de enfurecerse más que él ante la sola idea de una traición de su amada. Y lo que empeora las cosas, es que el Carnero jamás te concederá la fe ciega que espera de ti en asuntos de amor. Simplemente, tienes que entender que sus animadas conversaciones con otras mujeres son inocentes, porque él exige para el contacto social toda la libertad que le niega a su pareja, y mas aún. Tu amante marciano te colocará en un pedestal y esperará que permanezcas allí. No muevas ni un dedo, ni siquiera des la impresión de que tienes ganas de moverlo.

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