El jefe Acuario 2

Y seguro que la tiene. Aunque la mentalidad normal regida por Urano puede estar, por debajo de la superficie, llena de nerviosa curiosidad, generalmente Acuario se toma las cosas con bastante calma y da una imagen de tranquila y meditada deliberación. Observarás que he dicho generalmente. Claro que no hay que olvidar aquella vez en que salió literalmente corriendo de la oficina para ver pasar aquellos seis camiones de bomberos, la carrera de tortugas con tortugas verdaderas que organizó sobre su alfombra, y el día que hizo poner un televisor en miniatura sobre cada escritorio, durante las olimpiadas. Y seguro que hubo una mañana que la tomó con el conmutador, por ver cómo era, nada mas, y mezcló todas las comunicaciones, desconectó todas las llamadas, empezó a hablar por casualidad, en una línea cruzada, con un ejecutivo de una red de televisión y cerró con él una operación de medio millón de dólares… y cuando llegó el momento de firmar el contrato se había olvidado de cómo se llamaba el hombre. Pero normalmente es plácido y controlado; un poco excéntrico de vez en cuando: todos los meses hace cambiar de lugar el enfriador de agua de modo que nadie lo encuentra, y le gusta cambiar sin previo aviso el día de descanso semanal. Pero, ¿que son unos pocos engorros menores cuando estás trabajando con un jefe que se siente auténticamente fascinado por el libro que estás escribiendo, sobre el jazz en Kansas City? ¿Y cómo puedes estar enojado con un jefe a quien no le importa que el contable se deje crecer la barba, su secretaria vaya a trabajar con botas de piel blanca de tacones dorados y que el nuevo empleado del archivo deje la bicicleta en la sala de recepción?

Un día puede hablar hasta insensibilizarte los oídos, y al siguiente se recluirá por una semana en su despacho, haciendo caso omiso del personal, los clientes y los proveedores, sumido en sus pensamientos solitarios. Está llevando descanso a su alma, y esos periodos de retiro son necesarios para él. Independientemente del tiempo que haga que estás en la empresa, él te considerará su amigo. Hasta tiene buenos amigos en la competencia. No importa lo que diga el membrete del papel de la compañía: el verdadero negocio de tu jefe Acuario es la amistad. No hace mucho alguien dijo: “A mí que me den de nuevo el ejecutivo individualista de los viejos tiempos, con manchas de grasa en la corbata, que conseguía que las cosas se hicieran sin llamar a una reunión de comisión para cada detalle”. Sin duda, el pobre hombre sufría un ataque de nostalgia por algún jefe Acuario que tuvo hace muchos años.

Aquellos de mis lectores que trabajen con un hombre de Urano no tendrán probablemente el habitual problema de que la mujer del jefe se deje caer inesperadamente cuando todo está hecho un desorden porque los pintores están desarmando la sala de recepción. La señora tendrá suerte si sabe dónde trabaja su marido, no hablemos ya de si le ha dado permiso para hacerle una visita. Los hombres Acuario no confían todas sus actividades a sus mujeres. Hace un tiempo yo vivía junto a un ejecutivo que cumplía años en febrero, y que una vez no comunicó a su esposa que tenía que hacer un viaje de negocios a Europa hasta que no estuvo allí y se dio cuenta de que no tenía camisas limpias. (Eso le molestó bastante, y así se lo dijo cuando la telefoneó desde Londres. Al fin y al cabo, era culpa de ella, que debería haber pensado que el tendría que hacer un viaje. Es gracioso cómo estuviste recordando todas las peculiaridades de tu ejecutivo Acuario la semana pasada, mientras lo veías recibir del alcalde el título de Hombre del Año, en ese gran banquete de gala. Cuando acababas de llegar a la conclusión de que, pese a sus actitudes impredecibles y a sus hábitos chiflados, es en realidad uno de los jefes mas distinguidos que uno puede tener, miraste casualmente bajo la mesa… y viste sus pies, moviéndose con impaciencia sobre la alfombra, con impecables zapatos negros, y con un calcetín azul y otro amarillo.

Signo Acuario